Una promesa de por vida

Su relación con la danza le ha llevado años: como bailarina, coreógrafa y gestora ha estado siempre cerca de ésta, su elemento

Para Alfonsina Riosantos, coreógrafa y bailarina, su escenario es también, acaso sobre todo, el mundo en el que vive. Ha desarrollado múltiples piezas que tienen que ver con la danza butoh, pero también está involucrada constantemente en expresiones contemporáneas de manufactura local y nacional. Hace 15 años, también, fundó su primera compañía y desde entonces la creación no se ha detenido.

Pensar en su danza es también pensar en ese verso que escribió o dijo hace tiempo y que está consignado en la biografía que resguarda la Secretaría de Cultura del estado en su página web. Dice: “Pienso al cuerpo como una entidad extraña/ Dentro de lo reconocible, lo habitable/ Me gusta sentirlo frágil e inconsolable/ Solo así puedo entender el sentido de levantar un brazo”.

NTR. ¿Cómo te relacionas con la danza hoy y cómo ha cambiado esa relación con tu experiencia?

Alfonsina Riosantos (AR). Mi relación con la danza ha sido una de constancia, de grandes aprendizajes, pero sobre todo de amor. Cuando haces un vínculo con el arte, con la danza en este caso, estableces una promesa de por vida, porque el tiempo, la entrega, la gratitud y toda la historia que escribes con el cuerpo se va moviendo con los tiempos de tu propia vida.

NTR. ¿Cómo describirías ese lenguaje que usas?

AR. Mi lenguaje se nutre de otras disciplinas, como la poesía, la pintura, el cine… digamos que me siento emparentada siempre con los lenguajes que nos obligan a mirar la sensibilidad humana desde ángulos muy intensos y dramáticos.

NTR. Además de tu propia creación, te relacionas constantemente con otros bailarines, ¿qué es lo que te gusta compartir con ellos?

AR. Mi relación con otros cuerpos es constante a través de mi taller de butoh, pues he podido explorar mis propios hallazgos y gracias a la disposición de esos otros cuerpos voy reafirmando un conocimiento que es compartido. Éste es un episodio en mi vida de mucha nobleza.

NTR. ¿Cuál es la coreografía o la pieza que más te representa?

AR. Hasta ahora es la que estoy creando. Para mí el presente tiene siempre ese valor. Mis piezas pasadas fueron y tuvieron su contundencia. Este momento me exige otras preguntas.

NTR. Y, en ese sentido, ¿cuál es la coreografía que viene?

AR. Actualmente trabajo en una pieza sobre el yo universal, el colectivo. El desafío de mirarnos como uno solo.

NTR. En Jalisco ¿la danza cuenta con salud? ¿Qué nos falta?

AR. Hablar de salud en la danza es remontarnos a otros tiempos… quiero decir que padecemos de males muy básicos, como la comunicación entre el mismo gremio. Hay un hambre de inmediatez por todo. La gente quiere hacer proyectos en semanas, yo voy con un sentido del tiempo muy distendido ahora. Y en cuanto a lo que nos faltaría mencionaré que es la disposición de profundizar en temas que nos despierten, pero sin olvidar la parte humana. Siempre hay una necesidad individual, que difícilmente corre hacia los otros.

NTR. ¿Qué papel están tomando las instituciones en esta salud?

AR. Afortunadamente, no dependo de ninguna institución para hacer mi danza. Pero al revisar los programas de espacios o apoyos, me doy cuenta que sigue prevaleciendo el interés por lo accesible o inmediato, la apuesta parece ser por lo popular. Y los que trabajamos seriamente y con compromiso nos damos cuenta que no hay interés en conocer ni necesidades ni estrategias que apoyen y devengan en proyectos con gran calidad y por lo tanto de proyección hacia afuera.

NTR. ¿Pasa eso, por ejemplo, con los foros?

AR. Sí, por ejemplo. Te comprometes en un espacio para temporada, y te topas con que no existe una estrategia ni plan de difusión. Es un trabajo muy solitario siempre el nuestro, quizá aquí sí tendríamos también que pensar en lo colectivo, la unión siempre de otras miradas.

Mis piezas pasadas fueron y tuvieron su contundencia. Este momento me exige otras preguntas.
Alfonsina Riosantos, bailarina

JJ/I