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Desaparecidos, 208 niños y niñas

ILÍCITO. Algunos menores desaparecidos, según el Estado mexicano, son utilizados por el narco para trasladar mercancías. (Foto: Grisel Pajarito)

En México hay más de 30 mil desaparecidos y poco más de un cuarto de ellos son menores de edad; en Jalisco son 208 casos.

El Registro Nacional de Personas Extraviadas o Desaparecidas recoge datos de 8 mil 77 investigaciones de desaparición de niñas, niños y adolescentes, lo que representa a 27 por ciento de los 30 mil 973 casos contabilizados.

A diferencia de los datos generales, en los que Jalisco se posiciona como el tercer estado con mayor número de desaparecidos, cuando se trata de menores se ve ampliamente superado por todos las entidades fronterizas con Estados Unidos o del Centro del país, como el Estado de México, Puebla o la Ciudad de México.

Sin embargo, los datos arrojan que en Jalisco hay 208 desaparecidos menores de 18 años, 95 de ellos en un rango de edad de los cero a los 14 años.

El último día de 2015, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) presentó el Informe Sobre la Situación de los Derechos Humanos en México, el más reciente, en el que aborda el tema de la desaparición de menores. El documento hace críticas al marco legal sobre el tema y resalta particularmente la vulnerabilidad a la que se enfrentan las niñas.

“Entre las falencias se observa una ausencia de tipificación criminal para la conducta de captación por adultos de niños y adolescentes para el crimen organizado, además de la ausencia de políticas efectivas de prevención y de protección de la niñez en situación más vulnerable”, indica el documento.

“Las niñas son más gravemente afectadas por las desapariciones, tomando en cuenta que éstas representan aproximadamente dos tercios del número total de niños desaparecidos. El Estado debe adoptar medidas específicas de prevención para evitar vulneraciones de derechos más intensas a las niñas”, se añade.  

Otros estudio de la CIDH del mismo año, titulado Violencia, niñez y crimen organizado en América, concluye que en México “hay por lo menos 30 mil niños y adolescentes menores de 18 años que cooperan activamente con la delincuencia organizada”.

Para su elaboración, el Estado mexicano remitió información a la CIDH en la que estipula que “los niños son integrados a organizaciones criminales a partir de los 10 y 11 años de edad, o incluso a edades más tempranas, 'para trabajar para traficantes, ya sea de productos ilícitos (drogas o armas) o de personas (burreros)', así como para realizar asaltos, agresiones y secuestros”.

Ciudades menos seguras, ¿también menos libertad?

Aunque aún es posible ver a niños jugando en las calles y plazas, en los últimos años las condiciones de seguridad de México y Guadalajara han cambiado y con ellas también han mutado los hábitos de las familias.

Lorena Pérez es una mujer tapatía con dos hijos; la mayor cuenta con 19 años y el menor tiene 5. Narra cómo en 15 años han cambiado varias cuestiones de la crianza de sus hijos.

“Sí han cambiado. En el caso de Pao yo era un poco más relajada en cuestión de dejarla salir un poquito más, dejarla sola en intervalos cortos de tiempo, jugando, pero ahora con Diego, no, ni siquiera de que salga a la cochera o a la esquina, no me animo a dejarlo ir sólo, me da mucho más miedo, es muy constante el temor y está ahí latente todo el tiempo la preocupación de no perderlo de vista”, comenta Lorena.

La Encuesta de Seguridad Pública Urbana (ENSU), realizada por el (Instituto Nacional de Geografía y Estadística) Inegi, concluye que los mexicanos tienden a cambiar sus hábitos debido a las condiciones de inseguridad.

En el primer trimestre del año en curso, según la consulta, 40 por ciento de los habitantes de la ciudad de Guadalajara restringió las salidas de sus hijos menores sin supervisión adulta de por medio, debido al temor que les cause el ser víctimas de algún crimen.

Para Lorena uno de sus miedos más constantes es que su hijo llegue a ser víctima de una desaparición o secuestro, por lo que elude asistir a lugares muy concurridos con él.

“Que de repente alguien se lo lleve, ese es mi mayor temor, que salga y ya no lo vea, que desaparezca (...) por ejemplo, yo voy al tianguis y no me llevo a Diego porque me da miedo. Hay lugares a donde evito ir”, concluye.

208 desaparecidos menores de 18 años en Jalisco

95 en un rango de edad de los cero a los 14 años

 

JJ/I