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Tras una situación difícil, una respuesta luminosa

Perspectiva. La puesta en escena se acerca al tema de los niños afectados por contar con un familiar en estado de reclusión. (Foto: Grisel Pajarito)

Úrsula es una niña que, después de ser señalada y juzgada en la escuela, decide hacer algo importante. Le ha ocurrido algo que apenas acaba de entender, su padre tomó una decisión equivocada y es a ella a quien la juzgan en la escuela.

Con esta historia, escrita por el dramaturgo Hasam Díaz y dirigida por Claudia Recinos, se cierra un ciclo de cuatro obras que abordan un mensaje dirigido a toda la familia sobre la reclusión penitenciaria y sus consecuencias con los seres queridos de los presos. Las dos primeras, Invisible y Ser sus ojos, fueron dirigidas para todo el público; El secreto de papá y la próxima a estrenarse, Las estrellas en el castillo, son para niños a través de los títeres.

A través de estas puestas en escena y con ayuda de títeres la actriz y ahora directora aborda la reclusión penitenciaria desde el punto de vista de los niños, los hijos de esas personas que se encuentran en la cárcel porque cometieron un delito y que son afectadas por una serie de circunstancias que a veces no pueden entender, porque no las decidieron.

Después de abordar el tema desde diferentes perspectivas en las tres pasadas obras, esta puesta plantea sanar. Protagonizada por el títere de Úrsula, que anima Laura Araceli Gutiérrez, en escena, se busca “dejar de ser la víctima para convertirse en otra cosa, no sé en qué, pero definitivamente no ser más la víctima”, dijo Recinos, directora de Escena Imprudente, “ver otras cosas que conviven alrededor, sobre cómo un niño puede pasar por una situación así y superarla. Cómo trascenderla y volverla algo fructífero, algo hermoso: esta vez me interesaba abordar esta parte luminosa que sale de las situaciones difíciles”.

Por ello, ahora el escenario no es oscuro, como en El secreto de papá. Acá no hay gris, sino blanco. La estética de la escena también integra elementos multimedia que apoyen el mensaje.

“Ha sido un proceso largo, muy cuidado respecto a esto que queríamos abordar. El tema de la discriminación, del bullying, de cuando se sienten distintos por estar inmersos en un entorno diferente al de los demás niños”, dice Recinos.

La puesta es para toda la familia porque aunque el mensaje va dirigido hacia los niños que se han sentido en una situación igual, es para los adultos importante tratar de entender la situación en la que los más pequeños son vulnerables.

“Mucho de lo que entendimos de este tema tiene que ver con cómo las decisiones que tomamos como padres, sean buenas o malas, terminan afectando a los niños, a los que menos nos imaginamos, terminan marcándolos tal vez de manera irreversible y a veces parece que los adultos no somos conscientes de ello, son nuestros prejuicios los que hacen que los niños, que no son propensos a juzgar, juzguen”, dijo, a su vez Lola Bianchin, la productora de esta puesta.

“Este lugar se ha transformado; la primera puesta era muy dolorosa, esta obra quise que fuera disfrutable. Porque mi dolor ha evolucionado en algo más llevadero y para mí es increíble que se haya transformado así. El tema ya no es sólo la reclusión penitenciaria, sino es todo lo demás que involucra a cualquier persona que siente todas estas ganas de cambiar tu entorno, de cómo una niña de 7 años que sólo tiene a su abuelita y a su hermano y a su padre ausente, puede volcar la situación y hacerla algo luminoso. Aún creo que se tiene que hablar más de la reclusión penitenciaria, pero ahora veo la experiencia como otra cosa”, dijo Recinos, quien ha vivido en carne propia la situación de tener a un familiar cercano recluido y que ha experimentado, gracias a estas puestas, varias reflexiones que busca compartir con el público.

Los textos están basados en experiencias personales de los internos del Centro de Readaptación Social del estado de Jalisco, donde Recinos impartió uń taller de teatro durante un año. El proyecto es el resultado de la Beca Fonca Creadores Escénicos categoría A, otorgado a Claudia Recinos en el periodo 2011-2012.

“Ha sido un proceso largo, muy cuidado respecto a esto que queríamos abordar. El tema de la discriminación, del bullying, de cuando se sienten distintos por estar inmersos en un entorno diferente al de los demás niños”
Claudia Recinos, directora

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Del 13 de mayo al 4 de junio

Sábados y domingos a las 13 horas

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JJ/I