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Incendio impacta a cinco especies de aves

CONSECUENCIA. El incendió del sábado 6 de mayo en San Antonio Tlayacapan obligó a aves y otras especies a retirarse del lugar. (Foto: Grisel Pajarito)

El incendio registrado el sábado 6 de mayo en el tular de San Antonio Tlayacapan, delegación de Chapala, no solo consumió 4.5 cinco hectáreas de vegetación acuática, sino que arrasó con los nidos y polluelos de cinco especies de aves que lo habitaban y se encontraban en pleno periodo de anidación. No se reportaron ejemplares adultos muertos.

En un recorrido realizado ayer por parte de biólogos y autoridades municipales en el tular, que consiste en un ecosistema formado por plantas de tule a la orilla del lago, se encontró que entre la vegetación incendiada ya hay rebrote de tule, pero las poblaciones de aves que la ocupaban se desplazó a árboles y plantas vecinas, ya sin sus crías.

Las cinco especies de aves que se tenían detectadas anidando en el tular incendiado son la garza blanca, garza dedos morados, el cormorán, tordo y gallina de agua.

“Aunque no tenemos un estudio detallado, calculamos que debe haber en diferentes momentos entre 3 y 4 mil ejemplares de aves, ahorita que es época de anidamiento se incrementa a partir de las crías; el problema, la afectación fuerte para estas cinco especies es justamente de que los pollos, los huevos no tienen cómo escapar del fuego”, explicó Alejandro Juárez Aguilar, biólogo que preside la asociación civil Corazón de la Tierra.

“La otra afectación que tienen (los ejemplares sobrevivientes) es que como perdieron esta parte del hábitat van a tener presiones para conseguir alimento, va a haber competencia. Esto nos obliga a hacer algo para conservar a las aves no solamente porque son hermosas y son impresionantes, sino porque son un símbolo de salud del lago, una población sana de aves nos indica que el lago se encuentra en buenas condiciones”, agregó.

Durante el recorrido, autoridades municipales aseguraron que el incendio fue provocado y comenzó en el malecón de San Antonio Tlayacapan, ya que los habitantes consideran que el tule, la planta de más de 2 metros de alto que da lugar al tular, es una vegetación nociva porque impide la visibilidad al espejo de agua del lago de Chapala, lo cual es erróneo, pues se trata de un ecosistema que brinda servicios ambientales.

Por su parte, el director de la Asociación Intermunicipal para la Protección al Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable de Chapala (Aipromades), Gabriel Vázquez Sánchez, consideró que este tipo de desconocimiento sobre el lago es una amenaza para el equilibrio ecológico, por lo que tratan de concientizar a las personas sobre su importancia.

“La especie más sensible que hay ahorita es el cormorán, que es una especie de menor población y con un proceso biológico un poco más complicado, hay una zona chiquita de anidación que se salvó, pero están abandonados los nidos, estaban empollando y se fueron. Es muy probable que se hayan perdido muchos individuos de esta camadita de pollos”, agregó.

“El tular no tiene más de 20 años y en la gente su percepción es que quiere recuperar el cuerpo de agua, lo que están queriendo eliminar es lo que ellos consideran una maleza, no un ecosistema con el cual podrían convivir, requiere manejo y tenemos que ponernos de acuerdo con la gente para eso”, abundó.

¿Qué son?

Los tulares son ecosistemas acuáticos que se caracterizan por estar en las orillas de cuerpos de agua dulce con vegetación de hasta 2 metros de altura denominada tule, que da refugio a aves, peces, reptiles, anfibios, regula el microclima y limpia el agua

JJ/I