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Caen orejas de peso en Las Ventas

(Foto: Especial)

Llegó la segunda y última corrida para el matador de toros peruano Andrés Roca Rey en la Feria de San Isidro 2017. Su actuación, decorosa, le alcanzó para conseguir el trofeo la tarde de ayer, pero no logró sumar una segunda oreja en ninguna de sus dos actuaciones, para conseguir así la soñada Puerta Grande de Las Ventas.

Lo que sí es que Roca Rey ofreció una faena de mucho mérito a su primer toro de la tarde. Andrés lidió con un toro incierto en comportamiento, dando matices de manso, que no acabó por romper en la muleta, pero la imposición y valor del sudamericano le regalaron tandas de buena factura por ambas manos, de mucho calado en la afición, lo que tras sepultar la espada en todo lo alto le mereció una oreja con fuerte petición.

Andrés no tuvo suerte para conseguir la salida a hombros, esto por las nulas condiciones de triunfo que tuvo su último de la tarde, un toro soso descastado y sin calidad, que no permitió hacer el toreo que Roca Rey sabe imprimir. Así, el peruano se va de esta plaza y de esta feria con dos actuaciones soberbias, pero sin abrir la puerta que tanto se sueña.

Quien se reconcilió con Madrid luego del escaso triunfo en sus últimas tardes en Las Ventas fue López Simón, quien destacó con el primero de su lote, un toro de buenas opciones, bravo y templado, al que el español supo cuajarle tandas ligadas por la mano derecha, labor que se le coreó fuerte en los tendidos.

Simón estuvo relajado y estético con este primero, y la ligazón entre muletazos fue fundamental para la transmisión con el público. Por desgracia el toro no fue sobrado de motor, vino a menos conforme pasó la faena, y ello enfrió un tanto a la afición, aunque tras ejecutar de manera exitosa la suerte suprema, con estocada en lo alto, le fue concedida una oreja de mucho mérito.

Y no podía irse con las manos vacías el también español Miguel Ángel Perera, que si bien no tuvo suerte con el primero de su lote con el segundo se sacó la espina, y lidió con un cuarto toro, segundo para su cuenta, de buenas hechuras, trapío y cualidades, logrando ligar por ambas manos trazos de mucha calidad, templados y con hondura, lo que causó gusto entre los aficionados que fuerte lo ovacionaron.

JJ/I