Una cátedra sobre inflación

Inicié mi clase de finanzas para niños con un globo al cual escribí la palabra: INFLACIÓN.

Sin decir palabra, empecé a inflar el globo ante la mirada atónita de los alumnos. A cada soplo aumentaba de tamaño el globo, alcanzando su máximo tamaño y con ello la atención.

Los pequeños podían leer y repetían la palabra inflación, se tapaban los oídos con miedo sabiendo que pronto se rompería, otros gritaban asustados: “¡Va a explotar!” y efectivamente ocurrió.

Escribí la palabra en el pintarrón y empecé mi clase. Inflación es el fenómeno que en las finanzas y los negocios causa el mismo miedo que provocó el globo en ustedes mientras se inflaba. La inflación es provocada por los hombres que inflamos sin elementos sólidos nuestra economía, provocando un desequilibrio nacional y familiar. Los precios suben, el dinero no vale y se devalúa, se pierden empleos de calidad, escasean productos, aumenta la delincuencia.

Cuando el gobierno aumenta los precios de la electricidad, el agua y la gasolina o los impuestos para hacerse de recursos que luego no llegan en beneficios al pueblo debido a la corrupción y la mala administración de las empresas del estado como la seguridad pública, los servicios médicos, educativos, las pensiones, el mantenimiento público de la ciudad; provoca que los precios de productos y servicios se inflen, se eleven y cuesten más de lo que realmente valen.

Los salarios no alcanzan, la gente no consume, las empresas se paralizan. No se pagan deudas y préstamos. El banco emite mayor papel moneda no respaldado por recursos del país y la divisa vale menos internacionalmente.

Se vuelve círculo vicioso, como actualmente en Venezuela cuya inflación alcanzó 180 por ciento.

En la nación como en la familia se debe evitar la inflación generando verdadera conciencia productiva, uso adecuado de recursos, ahorro, honestidad, calidad, superación con preparación y trabajo, solidaridad. Los gobernantes deben comprender que el dinero no es de ellos, sino del pueblo.

Dejemos de inflar sin sustancia nuestra vida y nuestro país. Estudiemos y trabajemos con productividad. La inflación es responsabilidad de todos y evitarla también.

Terminé la clase regalando un globo de colores a cada niño para que escribieran la manera de evitar la inflación. Lo inflaron de esperanza y lo amarraron, luego les permití jugar con ellos. Aprendieron no un término sino una lección que hicieron suya.

La impunidad, la corrupción, la presunción, la mentira, el robo y la falta de productividad son parte de la inflación.

@JSaucedodlallata

JJ/I