El ‘Tri’ en Confederaciones

Desde 1999 se lleva a cabo la Copa Confederaciones avalada por la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA), la cual reúne a los campeones de cada confederación de los países afiliados al máximo rector del balompié.

En cinco justas deportivas que tienen como propósito ser una especie de prueba un año previo a la Copa del Mundo para el país sede, México solamente ha tenido dos actuaciones destacadas, en 1999 y en la edición de 2005.

Cada una tuvo circunstancias distintas, pero ambas son muy recordadas.

La de 1999, muchos dirán que no tiene mucha validez porque México fue sede de aquel certamen, y que siendo local tenía la ventaja de contar con el apoyo de su afición, de no salir nunca del Estadio Azteca ni de la Ciudad de México en donde la altura sobre el nivel del mar y la contaminación ambiental suelen influir en contra de los rivales. Y a ello agregar que el arbitraje suele inclinarse hacia la selección local.

Pero no hay por qué restarle mérito a la única conquista de una selección mayor en un torneo oficial de la FIFA. México venció en la Final a un Brasil, que si bien no contó con todas sus figuras de aquel momento (Ronaldo y Romario), sí tenía a un jovencito y talentoso Ronaldinho Gaucho, y al portero Dida. El juego, al que tuve la oportunidad de cubrir ya como reportero, se mantiene en la memoria como uno de los más épicos de una selección mexicana, con un Cuauhtémoc Blanco en su máxima expresión futbolística para terminar con un marcador a favor de 4-3.

La segunda gran actuación de México lamentablemente no se reflejó en el engañoso cuarto lugar en el que se ubicó entre los ocho participantes.

Fue la selección de Ricardo La Volpe, cuyo triunfo sobre Brasil en fase de grupos y la Semifinal ante Argentina en la que cae en serie de penaltis, le dieron la vuelta al mundo con elogios para la estrategia de El Bigotón, y algunas individualidades como Jared Borgetti y Carlos Salcido.

Después de esas dos participaciones no hay mucho que destacar, y menos en el torneo de Brasil 2013 al quedar eliminados en la primera ronda.

A la generación de Juan Carlos Osorio le queda entonces rescatar parte de aquella mística de un equipo frontal y sin miedos, el de 1999 y 2005, el cual hizo soñar mucho al aficionado mexicano previo a los mundiales que se avecinaban.

@ofares72

JJ/I