Bajo investigación

Como si se tratara del guión de una serie televisiva, semana con semana, el presidente Donald Trump mantiene el rating en lo más alto gracias a que siempre da la nota por sus constantes deslices en el mundo de la política.

Lo que comenzó como algunos errores o estrategias mal planeadas, se fue agravando a tal grado que hoy finalmente el polémico y conflictivo presidente estadounidense está siendo investigado por Robert Mueller, quien es el hombre designado por el Departamento de Justicia para determinar la posible interferencia de Rusia en las elecciones, y que hoy centra su indagación en el republicano, por una posible obstrucción a la justicia estadounidense, lo cual si se llegara a confirmar, seguramente sería el punto final a la breve y accidentada incursión en la política, de un hombre que parece entró a ciegas en un mundo que requería absoluta preparación y conocimiento de las leyes, leyes que evidentemente son del todo desconocidas por Trump, quien nunca imaginó lo que se le avecinaría al despedir a James Comey. Y es que él, acostumbrado a actuar a su antojo, dejó de lado lo establecido, para seguir sus impulsos, olvidando que en la política se requiere  más del análisis que del ímpetu voraz por hacer todo a su antojo.

Esta semana quizá ha sido la más amarga para Trump, ya que aun cuando en la Casa Blanca nadie ha confirmado que dicha investigación sea verdad, tal como lo dio a conocer el Washington Post, la realidad es que después de que el presidente no pudiera contener su necesidad de tuitear, ya no se requirió de una confirmación oficial pues con un polémico mensaje de menos de 140 caracteres, Trump anunció: “Estoy siendo investigado por despedir al director del FBI por el hombre que me dijo que despidiera al director del FBI. Cacería de brujas" y aun cuando sus asesores buscaron la manera de aclarar que esto no era una confirmación oficial, ya todo estaba dicho.

Con este anuncio se desató una oleada de críticas para el presidente e incluso un grupo de casi 200 legisladores demócratas sintió que éste era el momento exacto para fortalecer la lucha en contra del republicano, por lo que estarían demandando a Trump ante el Tribunal de Distrito de Estados Unidos, en el estado de Columbia, por conflicto de intereses, debido a que al no renunciar a su empresa y seguir beneficiándose del dinero de gobiernos extranjeros estaría violando la constitución estadounidense.

Así, por todos lados le llueven los golpes a un hombre que parece podría no durar mucho en la Casa Blanca, pero seguramente mientras sigue en ella, continuará con la polémica a la que nos ha ido acostumbrando.

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JJ/I