Percepciones de la población

Hace unos días, el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Publica de la Cámara de Diputados público los resultados de la encuesta Situación Económica Nacional y Salario Mínimo. La misma es una encuesta telefónica que mide las percepciones y expectativas económicas de la población mayor de 18 años. La encuesta está diseñada para medir dichas percepciones y expectativas con un nivel de confianza de 95 por ciento.

La encuesta, de manera no sorprendente, evidencia que las percepciones y expectativas son negativas a nivel macroeconómico. Particularmente, los resultados muestran que la mayoría de la población cree que: a) El país va por el rumbo económico equivocado (89 por ciento); b) la situación económica del país es mala o muy mala (78 por ciento); y que c) la situación del país empeorará a final del sexenio (66 por ciento).

La encuesta también confirma que dichas percepciones y expectativas son válidas a nivel microeconómico. Así, el 66 por ciento de la población cree que su economía personal ha empeorado en los últimos 12 meses. Más aun, los resultados muestran que la mayoría de la población: a) Vive al día (53 por ciento); b) no ha tenido oportunidad para ahorrar (79 por ciento); y que c) no ha podido adquirir televisores o artículos de línea blanca (80 por ciento). 

La encuesta también muestra percepción sobre la situación del país se refleja en la situación laboral de la población. Así, la encuesta señala que solo el 42 por ciento de la población trabaja. Asimismo, reporta que la población trabajadora señala que: a) trabaja más de 8 horas diarias (47 por ciento); b) va a ser difícil o muy difícil conservar su empleo (29 por ciento); y que c) se respetan poco o nada sus derechos laborales (58 por ciento).

La encuesta también sugiere que la población atribuye la situación del país a las políticas de precios. Incluso, los resultados reportan que la población cree que: a) Los precios de la canasta básica se han disparado como consecuencia del alza del precio de las gasolinas (63 por ciento); b) sus ingresos laborales son insuficientes para adquirir los productos de la canasta básica (46 por ciento); y que c) el dinero le rendirá menos (61 por ciento).

Los hallazgos de la encuesta muestran que las políticas de precios y laborales son las más importantes para la población mexicana. En este contexto, deberían replantearse los objetivos de la política económica vigente. Las percepciones e intereses de la población y de las autoridades no debieran ser divergentes. Toda política resulta inútil cuando no hay consensos mínimos relativos a su pertinencia, conveniencia y estrategias.

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