Afición olvida las ofensas; Osorio no

Al menos por un partido, los seguidores de la Selección Mexicana de Futbol parecen haber aprendido la lección.

Después de una severa advertencia de la FIFA y una exhortación de la federación nacional, los hinchas mexicanos que acudieron al partido contra Nueva Zelanda no gritaron la palabra considerada ofensiva para referirse a los gays que suelen corear cuando el portero rival realiza un saque de meta. Sólo dos solitarios incautos se atrevieron a gritar el ‘eh… puto’, pero fueron retirados al instante del estadio.

Los despejes del arquero Stefan Marinovic fueron recibidos primero con aplausos y, a medida que transcurrió el encuentro, con indiferencia, pero no pasó a mayores.

Por extraño que parezca, la contraparte fue el técnico Juan Carlos Osorio, quien tras un partido caliente en la cancha y en las bancas insultó fuertemente a uno de los auxiliares técnicos de Nueva Zelanda durante el primer tiempo, aunque después se mostró arrepentido.

“Quiero ofrecer disculpas a todos los televidentes, evidentemente me pasé de tono, concretamente con el asistente de ellos”. La molestia del timonel de la selección mexicana radicó en que su rival no paró el juego cuando Carlos Salcedo estaba derribado por su lesión en el hombro izquierdo en una jugada en la que pudo caer un gol de los oceánicos.

“Respetamos su idea de jugar un futbol muy directo, un futbol de mucho roce, pero cuando eso pasa el límite y se convierte en atropello para el Fair Play, llego al límite de no aceptar las cosas. Si la respuesta es negativa y ya no es un juego de contacto directo y pasa la frontera con la violencia, eso no se puede permitir y por eso perdí el control”, explicó.

JJ/I