Los sueños del porvenir

Durante muchos años escuché que el día que México tuviera varios jugadores compitiendo en Europa ahí se podría aspirar a trascender en un mundial de futbol.

Y es que en las primeras participaciones del Tricolor en copas del mundo, al enfrentar a las potencias el impacto con la realidad era demoledor.

No por nada la primera vez que se empató fue hasta el Mundial de Suecia 1958, y el primer triunfo llegó hasta Chile 1962, pasando luego por el estrepitoso fracaso de Argentina 1978 al quedar en el último lugar general sin puntos, 12 goles en contra y dos a favor.

Fue hasta que Hugo Sánchez comenzó a brillar en España con el Atlético de Madrid, y después con el Real Madrid, que en México 86 se tuvo una esperanza de lograr algo más, no sólo por ser local, sino por contar con un goleador que estaba en otro nivel.

Sánchez no se notó mucho, en parte por una lesión que arrastraba en la rodilla izquierda, pero los reflectores apuntaban más hacia el Tricolor por él y porque México era el anfitrión.

En el Mundial de Estados Unidos 94, de nuevo Hugo, pero también Luis García, eran los únicos jugadores que militaban en Europa, y con Luis en la cancha y Hugo en la banca alcanzó para quedarse eliminados en los Octavos de Final.

La mentalidad de salir de la zona de confort comenzó a cambiar con Rafael Márquez en 1999, y a partir de 2006 inició el éxodo de jugadores rumbo al Viejo Continente con la salida de Carlos Salcido, Ricardo Osorio, Pável Pardo, Kikín Fonseca, Maza Rodríguez.

El estallido vendría con Javier Hernández al fichar en 2010 por un grande de Inglaterra como lo es el Manchester United.

Hoy en día es más común que el jugador mexicano se atreva a dejar su territorio y probar suerte en un futbol más competitivo, y dicha experiencia de medirse ante los grandes la debe poner al servicio de su selección.

La llegada de Hirving Lozano al PSV Eindhoven debe ser el principio de que muchos más sigan esos pasos como también ya lo hicieron Andrés Guardado, Guillermo Ochoa, Marco Fabián, Carlos Salcedo, Héctor Moreno, Miguel Layún, Tecatito Corona, Héctor Herrera y Diego Reyes.

Sin duda, esta es la mejor generación de jugadores, pero si en Rusia 2018 no se supera la fase de Octavos, significará que ese roce sólo les sirvió a ellos en sus clubes, pero no para hacer crecer a la selección.

@ofares72

JJ/I