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Resaltan factores de riesgo en adolescentes

(Foto: Alfonso Hernández)

Ser adolescente es un factor de riesgo durante el embarazo. De acuerdo con la ginecóloga Fabiola Elizabeth García Padilla, las madres adolescentes y sus bebés tienen riesgos de salud debido a la mala nutrición, la falta de atención temprana y el bajo peso al momento de la concepción.

“La mayoría (de las adolescentes embarazadas) pues apenas están como estableciendo sus ciclos menstruales regulares, hay una inmadurez del eje hipotálamo hipófisis, entonces es normal que las pacientes que empiezan la menarquia a los 12 años promedio, a los 15, sean ciclos irregulares, no menstrúan cada mes; entonces al momento que ellas se enteran de que están embarazadas, para ellas pues es normal que no les llegara la menstruación, entonces se enteran ya muy tarde, estuvieron expuestas al o mejor a algún tipo de tóxico, no tuvieron el apoyo con ácido fólico, con multivitamínicos y esto nos afecta todavía más el riesgo para efectos congénitos”.

La especialista recordó que la preclampsia puede provocar la muerte de las mamás jóvenes.

“Nos confiere mayor riesgo de preclampsia, defectos congénitos, un mayor riesgo de síndromes, trisomías, defectos de la pared abdominal, del tubo neural, todo esto a consecuencia de la deficiencia de nutrición que conlleva la misma”.

El Hospital Civil de Guadalajara Juan I. Menchaca tiene un programa especial para atender a los niños que nacen con gastrosquisis, es decir, con ruptura en la pared abdominal, “por el mismo programa que tienen ya establecido llegan muchas pacientes de todo el país derivadas ahí porque el cirujano pediatra es muy bueno”; la mayoría de las madres de éstos recién nacidos tiene menos de 18 años, recordó García Padilla.

Falta sensibilidad

La miembro del consultorio Mommy Project para embarazos de alto riesgo reconoció que los médicos necesitan visualizar el problema social en los embarazos adolescentes y no sólo atender la gestación.

“Creo que nos hace falta un poquito más de sensibilidad a los médicos, pero no es por el hecho de que queramos hacer daño, sino que el mismo sistema te confiera a que tengas que hacer todo de manera más rápida, más abrupta, para poder atender de manera adecuada a todas las pacientes”.

Invitó a que crear una medicina participativa la que no sólo se atiendan los síntomas físicos.

“Nuestro juramento de ser médicos es no hacer daño. No creo, sinceramente, que haya un médico que diga: ‘Voy a hacer daño, voy a hacer estas cosas para hacerle daño a la paciente’, yo creo que más que nada nos falta sensibilización al momento del parto, de hacer de esta experiencia para todas las pacientes, una que recuerden toda su vida”.

“Nos confiere mayor riesgo de preclampsia, defectos congénitos, un mayor riesgo de síndromes, trisomías, defectos de la pared abdominal, del tubo neural”
Fabiola García Padilla, ginecóloga

JJ/I