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Finzi Pasca celebra los 375 años de Montreal


Oscurece en el Viejo Puerto de Montreal y a un costado del Centro de las Ciencias, 2 mil 500 personas ocupan un lugar en el graderío, desde donde pronto serán sorprendidas por la magia de Avudo, espectáculo que la compañía Finzi Pasca creó para celebrar los 375 años de esta ciudad.

Desplegada sobre el río San Lorenzo, una magna ilusión multimedia recorre, desde la ingenua mirada de una niña, pasado, presente y futuro de la que hoy es la mayor ciudad de la provincia de Quebec y la segunda más poblada de todo Canadá, con poco más de 3.6 millones de personas.

Unos 150 metros de contenedores de diferentes tamaños, que por momentos parecen la silueta de una moderna metrópoli, sirven para proyectar una visión onírica que va más allá del relato, las fechas o los personajes oficiales.

A los espectadores acuden momentos más subjetivos y humanos; sucesos sociales, más que políticos, que dan cuenta de cómo se ha forjado esta ciudad, incluso desde antes de ser recorrida por el francés Jacques-Cartier hacia el año 1535, o Samuel de Champlain en la segunda década de 1600.

Cambios espectaculares de luces, agua que brota del río San Lorenzo, a veces a chorros, creando pantallas de agua de 30 por 11 metros; a veces como vaporizando, armonizan con las imágenes tridimensionales de esta espectacular instalación, que muestra el proceso de colonización de esta tierra.

Con el acompañamiento musical de la Orquesta Metropolitana que grabó la música original de María Bonzanigo, y los coros infantiles de Mont Royal, se puede apreciar la guerra de los primeros europeos con los iroqueses y la llegada de icónicos personajes como la enfermera Jeanne-Mance.

O el misionero Paul Maissonneuve, quien en 1642 desembarcó en la isla con un grupo de 50 personas con las que creó el fuerte de Ville Marie, donde todo comenzó.

Pero también, la llegada del ferrocarril y la industrialización, así como su actual modernidad, esa que ubica a Montreal como uno de los principales centros industriales, comerciales y culturales de todo Norteamérica.

Atrás de la historia

Para este trabajo, el suizo Daniele Finzi y su esposa, la canadiense Julie Hamelin (1972-2016), fueron llamados en 2014 por la comisión encargada de los festejos del aniversario 375 MTL, después de su trabajo para la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Sochi.

Era un gran reto, porque Julie era de Montreal, pero también porque tenía que ser algo que resultara un punto de referencia para contar la historia de la ciudad, explicó Daniele a Notimex.

En total, recordó, tomó un año la investigación y el debate sobre qué querían hacer, “hasta que llegamos al punto de vernos en el Viejo Puerto, donde nace la ciudad, en torno a la construcción del ferrocarril, que permite a ésta ser una ciudad conexión con el mar y con todo”.

Entonces, llegaron a la conclusión de crear un espectáculo que pudiera contar la historia, pero no de una manera didáctica sino más bien emocional, que conectara con las emociones de los montrealeses, pero también con las de quienes vinieran de fuera.

Con la muerte de Julie, un año atrás, el planteamiento inicial cambió y el trabajo “acabó reflejando el Montreal que estaba en su corazón, así que además de una estructura histórica cuenta con miles de pequeños elementos ligados a personas no muy conocidas, pero con aportaciones fundamentales para proyectar esta ciudad a nivel internacional”.

Las anécdotas

Permeado por el espíritu ingenuo y ligero de Julie, la historia es contada a través de los ojos de una niña, una nativa que un día está pescando con su padre y su abuelo, antes de que todo empezara.

Es esta niña la que entrevé, como en sueños, en medio de esta fantasía de luces, imágenes y agua, todo lo que pasará después, el encuentro de culturas, la superposición de la identidad francófona y anglófona; el devenir de una ciudad febril.

Pero también ve hacia el futuro, la esperanza de una dimensión más equilibrada, ecológica, representada por imágenes de niños que nadan, reflejando el anhelo de que un día todo pueda regresar a ser como en un principio, cuando hombre y naturaleza danzaban juntos.

El trabajo está montado a partir de varios niveles tecnológicos, que no son nuevos, pero que cobran relevancia por la forma como se conjugan todos ellos para recrear las sensaciones del puerto y ayudar a revivir este momento fundacional, concluyó el afamado coreógrafo, clown y director de escena.

Al término de la función, cuando los celulares se han cansado de intentar quedarse con un pedacito de estas memorias, la gente no puede menos que salir maravillada con esta evocación de los lazos emocionales entre el río San Lorenzo y los pobladores de todos los tiempos. Notimex

2 mil 500 personas asisten a cada función

150 contenedores se requieren para el espectáculo

FV/I