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Salud desigual

El tema de salud en Estados Unidos es quizás la problemática más grande con la que se tienen que enfrentar los gobiernos de aquel país. Fue un problema constante para el gobierno de Obama y lo es ahora para Donald Trump, para quien se ha vuelto una piedra en el zapato pues una de sus principales promesas de campaña fue terminar con el Obamacare y presentar una mejor reforma a la ley de salud.

Sin embargo, a seis meses de haber iniciado su mandato no ha habido grandes avances en este tema y no sólo eso, sino que a menos de una semana de que se vote la nueva propuesta de salud en el Senado, las organizaciones America’s Health Care Plans y BlueCross BlueShield Association, dos de las corporaciones  del sector de seguros más importantes en Estados Unidos, han declarado que ciertas disposiciones del proyecto son completamente impracticables, por lo que de votar a favor se toparán con una ley que no será funcional, lo que ocasionó que dos de los 52 senadores republicanos declararan que no votarán a favor de ella y con ello se pone en peligro la iniciativa, ya que evidentemente se espera que los demócratas se opongan a la misma.

La realidad es que se apruebe o no la nueva ley propuesta por los republicanos, difícilmente va a cambiar la desigualdad que existe en el tema de salud en Estados Unidos.

Según estudios recientes, este país es la potencia mundial con mayor desigualdad en materia de salud, situándose sólo por debajo de países como Chile y Portugal, lo que evidencia la urgente necesidad del actual gobierno de darle una pronta solución a este problema que día a día crece más y pone en riesgo la vida de millones de personas que dependen de lo que se decida en el Senado, porque según la oficina de presupuestos del Congreso con este cambio que se espera dar a la ley, más de 23 millones de estadounidenses podrían quedarse sin seguro, lo que aumentaría la brecha que existe en el sector salud, entre quienes menos tienen y reciben servicios de salud de baja calidad, o no los reciben, y entre quienes pueden pagar los mejores hospitales, incluso considerados algunos de los mejores del mundo, por lo que se demuestra que el gobierno de Donald Trump se encuentra metido en un grave problema que va más allá de las controversias generadas por el polémico presidente norteamericano.

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JJ/I