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Eustrés

Resulta frecuente haber escuchado en más de una ocasión los diferentes y diversos estragos que causa el estrés a los individuos: problemas laborales, burnout, insomnio, depresión, gastritis, colitis, problemas familiares, sexuales, entre un sin fin de malestares más, y es que en una sociedad que no posea herramientas que fomenten una adecuada salud es común que dichos padecimientos se encuentren al alza cada día.

El estrés es entendido como una respuesta de tensión, reacción y activación automática y natural de nuestro organismo ante la percepción de situaciones o estímulos que resulten amenazadores, desafiantes y/o demanden una acción nuestra. Popularmente se cree que es a causa de circunstancias ajenas al individuo; sin embargo, se trata de un proceso de interacción entre diversos agentes y los recursos de adaptación que se posean.

Aunque casi siempre la palabra estrés adquiere una connotación negativa, algunos estudios distinguen dos categorías principales: eustrés, considerado un tipo o nivel de estrés benéfico, y distrés o estrés negativo, cuando ese nivel sobrepasa los recursos del individuo o es mantenido por periodos prolongados de tiempo, agotando y mermando su bienestar, llegando a ser potencialmente perjudicial.

El nivel de estrés positivo o eustrés es parte de un proceso sano de adaptación y desarrollo; consiste en la activación del organismo durante un periodo corto de tiempo con el objetivo de resolver una situación concreta que requiera esfuerzo, estimulando el uso de potencialidades personales, sean físicas, intelectuales o emocionales de forma creativa y eficiente. Dicho de otra manera, se canaliza y utiliza la tensión para alcanzar objetivos y metas productivas, por ejemplo, al hacer esfuerzo físico en algún deporte o competencia, al pensar y focalizar la atención cuando se resuelve un acertijo mental, al entusiasmarse ante una actividad o reto diario, lo cual favorece el incremento de nuestras capacidades, mejora el rendimiento y brinda la sensación de logro, y en caso de no alcanzar el objetivo, se mantiene la sensación de satisfacción con la experiencia, debido a que representa nuevas habilidades para adquirir o aprender.

La vida cotidiana y el desarrollo natural de cada persona exigen tener constantes adaptaciones, así como respuestas de carácter inmediato; por tanto, cierta cantidad de estrés positivo (eustrés) es natural y necesario: practicar alguna actividad física, realizar ejercicios mentales, ponernos retos o desafíos que sean enriquecedores e invertir el tiempo en actividades creativas son una buena forma de adquirir esas herramientas para mantener el funcionamiento adecuado de nosotros mismos.

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FV/I