Astronomía en el México del siglo 19 (5)

 Hay hechos que desgraciadamente han venido contrariando de una manera ruda y cruel los grandes intereses del Observatorio, desfigurando completamente el carácter que le es propio e imposibilitando la alta misión que debiera llenar.

Ángel Anguiano Limón, citado en: Susana Biro MacNichol, Ser astrónomo en el Porfiriato, Legado astronómico, UNAM, México (2011), p. 115

La estimada doctora Biro (Dirección General de Divulgación de la Ciencia, UNAM) nos relata en el capítulo con el cual contribuyó al libro coordinado por Daniel Flores, Margarita Rosado y José Franco, la historia surgida de “las voces de quienes hicieron la astronomía del México de entonces”, así nos enteramos del desalojo sufrido por quienes integraban el Observatorio Astronómico Nacional (OAN) del Castillo de Chapultepec para acomodar al Colegio Militar; y si bien con el tiempo se adaptaría la casa veraniega del arzobispo de México con unas muy dignas instalaciones, las mismas no se conservaron para la posteridad.

El doctor Marcos Moshinsky, pionero de la física en nuestro país –alumno de Einstein y profesor del Nobel Richard Feynman–, escribió hace tiempo: “En todas las épocas de la historia la actividad humanística y científica ha enriquecido a la sociedad y con frecuencia dejado una herencia más valiosa a las generaciones posteriores que la actividad política que se desarrolló en dichas épocas” (Excélsior, 15 de mayo de 1976), por tanto en el caso del Jalisco actual no alcanzamos a entender las declaraciones de algunos universitarios distinguidos quienes hablan de “trasladar al Instituto de Astronomía y Meteorología (IAM) al CUTonalá”, cuando se puede pensar en ampliar y ¿por qué un centro universitario al que no pertenece? Cuando suficiente espacio hay en el núcleo del antiguo Instituto Tecnológico de Guadalajara, concretamente donde se ubicaba el estadio de beisbol, conservando el único conjunto arquitectónico de su tipo y época que subsiste en el país (las instalaciones de Av. Vallarta y Emilio Castelar) como un centro de investigación meteorológica, historia y comunicación de la ciencia astronómica, dando así realce al patrimonio histórico y científico del estado en resguardo de la Universidad de Guadalajara.

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