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Tiene NY boom de bares secretos

Ubicación. La mayoría de los lugares se encuentran en Manhattan y Brooklyn. (Foto: Notimex)

Nueva York. Los llamados bares secretos, aquellos establecimientos que carecen de alguna señal que los identifique desde la calle, se multiplican en Nueva York como una ventana que transporta a los clientes a la era de la prohibición.

Algunos ocultos también dentro de restaurantes, cafés, galerías de arte y hasta barberías, los bares secretos han ganado atractivo en los últimos años en Nueva York, y un mayor número de guías, libros y reportajes documentan este crecimiento.

Estos bares en lo general son una reminiscencia de los llamados speakeasy, que eran los establecimientos que operaban en la década de 1920 en la era de la prohibición del alcohol en Estados Unidos.

Entonces, muchos neoyorquinos no renunciaron a beber, ni a los espacios de socialización que proveén los bares, sino que simplemente los escondieron. A esos establecimientos sólo entraban los iniciados, quienes conocían la clave de ingreso o a quienes se había informado de su exacta ubicación.

En Nueva York, actualmente, existen al menos dos docenas de bares que un transeúnte común sería incapaz de ubicar.

La mayoría se ubican en Manhattan, aunque también comienzan a multiplicarse en el condado de Brooklyn. Casi todos aluden a una decoración de sillones grandes y mullidos, muros recubiertos con madera, farolas laterales y jazz, como un homenaje a los bares de hace casi un siglo.

Además de los cocteles y la decoración, el principal atractivo de los bares secretos es que ofrecen a los clientes la sensación de que descubren un lugar especial al que pocos tienen acceso.

En una palabra, estos establecimientos logran con sus productos la aspiración de muchos: hacer sentir a la persona que lo adquiere la sensación de originalidad y de percibirse como especial.

Estrategia

El truco radica en inaugurar un establecimiento e invitar a un primer grupo de personas lo suficientemente influyente en su círculo social como para que la noticia se expanda.

Destaca Back Room en el barrio del Lower East Side, en Manhattan. El acceso desde la calle se logra tras abrir una reja hacia el corredor lateral de un edificio, cuyo único letrero dice: “reparación de juguetes”.

Luces de colores indican que el pasillo es más que eso, lo mismo que la luz roja sobre una puerta o el mural de los personajes de Laurel and Hardy (El gordo y el flaco, como eran conocidos en español) señalando la dirección del bar.

Back Room es uno de los clásicos speakeasys de Nueva York tanto por la decoración de la década de 1920, que incluye una caseta telefónica y una máquina expendedora de cigarros, como porque los tragos son servidos en tazas de te, la costumbre usada para despistar autoridades en caso de redadas.

Otro clásicos speakeasy es The Bathtub Gin, ubicado en el barrio del West Village. Este bar se ubica dentro de una cafetería, que sólo sirve bebidas y alimentos para llevar, y que por fuera no parece más que sólo eso.

La primera clave de que la cafetería es algo más sucede cuando un portero pregunta a las personas que acceden al café y que no acuden al mostrador a ordenar si tienen una reservación. El sitio es muy popular, y los precios de los cocteles son invariablemente de 16 dólares.

Quizá uno de los más encantadores bares secretos de Nueva York es Fig 19, en un oscura calle del Lower East Side y cuya entrada es mediante una galería apenas iluminada con luces tenues y que parece cerrada. La puerta, sin embargo, está abierta.

Al bar se accede por una puerta de la galería, pintada de blanco como los muros. El ambiente de Fig 19 no pretende apegarse a la década de 1920, aunque el decorado es elegante y sobrio, con un ambiente relajado y precios razonables.

Estrategia

  • Las alternativas secretas de Nueva York abundan
  • Incluyen no sólo bares sino restaurantes
  • Los dueños de tales establecimientos han descubierto que el secreto es la mejor estrategia publicitaria

JJ/I