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Una ciudad de fiesta

CASA VERDEAMARELLA. La selección brasileña es bien cobijada por el público tapatío. (Foto: Especial)

En los mundiales de México 1970 y 1986, Guadalajara destacó como una de las mejores sedes que se recuerden.

En el primer evento, los seis partidos del Grupo C conformado por Brasil, Inglaterra, Checoslovaquia, y Rumania se disputaron en el Estadio Jalisco.

Los encuentros con más convocatoria fueron los de las selecciones brasileña e inglesa, que incluían grandes estrellas; Brasil con Pelé, Rivelino, Tostao, y Jairzinho, e Inglaterra con Bobby Moore y Gordon Banks, por lo que el enfrentamiento entre ambos también es recordado como uno de los mejores partidos en la historia de los mundiales.

Al clasificarse Brasil como primer lugar de su sector se mantuvo en Guadalajara, y fue en el Jalisco donde venció a Perú en Cuartos de Final, y a Uruguay en Semifinales, para jugar el partido Final ante Italia en el Azteca.

Desde entonces se estableció un romance con los brasileños, por lo que en 1986, cuando México organizó nuevamente el Mundial, volvió a tener de huésped a Brasil con figuras como Zico, Sócrates, Falcao, y Careca. El primer partido en el inmueble de la Calzada Independencia fue de alto calibre entre Brasil y la España de Zubizarreta, Emilio Butragueño, Michel, y otros más. Pero el juego más recordado es el de Cuartos de Final entre Brasil y la Francia de Michel Platini que se definió en serie de penaltis.

Y aparte, Jalisco aportó una sede más en ese entonces: el Estadio 3 de Marzo de la UAG, cancha en la que se disputaron tres partidos, y el más atractivo fue el de España contra Irlanda del Norte, que tenía en sus filas al veterano portero de 40 años, Pat Jennings.

JJ/I