INICIO > OPINION
A-  | A  | A+

La cátedra de Narro

El nombre de la reunión, típico de un acto de campaña política: Diálogos por tu salud. El protagonista principal: José Narro Robles, secretario de Salud y uno de los prospectos favoritos para ser el candidato del PRI a la Presidencia de la República. Los interlocutores: alrededor de 200 jóvenes, estudiantes de la carrera de medicina de siete universidades privadas y de la máxima casa de estudios de Jalisco.

Este evento de poco más de una hora fue suficiente para desengañar a aquellos incrédulos que cuestionan qué les puede decir un hombre de experiencia de 68 años a jóvenes en edad de votar, como con quienes ayer dialogó que quizás rondaban entre los 20 y 23 años; para aquéllos que dudan que un hombre de casi siete décadas de vida pueda hacer contacto, lograr el clic con votantes que aún no han vivido ni tres de ellas.

Narro Robles se ganó ayer a su joven auditorio. Su discurso fue una cátedra de cómo encantar a los oyentes, de cómo mezclar los datos duros, fríos, reales y hasta escalofriantes –“en 2015 nacieron 10 mil 277 niños de madres de entre 10 y 14 años; 200 niñas de 10 años tuvieron un hijo. No se embarazaron, las embarazaron…”–, con anécdotas que arrancaron la carcajada de sus escuchas, como cuando el director de los Hospitales Civiles, Héctor Raúl Pérez Gómez, resaltó su “paciencia fenomenal, (que) con tal de sacar varios millones de pesos del presupuesto de la secretaría federal ha estado todo el día conmigo…”.

Diálogos por tu salud pudo ser y no un escaparate para que Narro Robles sumara simpatías a su favor como aspirante a la candidatura presidencial, pues no obstante que ofreció una radiografía de sus logros al frente de la Secretaría de Salud como que la mortalidad infantil descendió 6 por ciento, que la materna registró 18 por ciento de mejoría, que se han aplicado más de 400 millones de vacunas y que en su adquisición se han invertido más de 30 mil millones de pesos, nunca se apartó del tema de salud, del entorno médico, de lo que los estudiantes de medicina querían escuchar de quien es responsable del sector salud en el país.

No aprovechó la tribuna para llevar agua a su molino, pero si lanzó una condena que seguramente fue registrada por más de uno de los asistentes. Advirtió: “Desviar recursos públicos de la salud es un doble crimen, es un atentado, no se vale. Y hacerlo en nuestro sector, de la población más necesitada, es condenable, no es permisible…”.

El momento de hablar de política, de sus aspiraciones y de sus probabilidades de ser el candidato del PRI a la Presidencia de la República las abordó cuando concedió a este columnista una breve entrevista luego de aceptar tomarse fotografías y selfies con varios de los asistentes.

Narro Robles responsabilizó a los medios de comunicación de haberlo destapado como precandidato presidencial: “¿Quiénes me han nominado? ¡Ustedes, los medios! Y yo se los agradezco…”; aseguró no tener prisa por saber si él será o no el candidato designado: “Yo lo que estoy haciendo es esperar los tiempos… ¡y ya no falta mucho!”; descartó que en la carrera por la candidatura priísta haya ventajas o desventajas para los aspirantes: “Aquí no es de ventajas o desventajas, ¡aquí es de unidad!”; demostró que la disciplina sigue siendo la característica de los priístas: “En el PRI vamos a estar unidos frente a lo que determine el partido; como sabemos que lo procesamos, lo vamos a procesar, y la vamos a procesar en unidad…”; y se atrevió a hacer un vaticinio: “El vaticinio es… ¡que vamos a ganar!”.

Este es José Narro Robles, el último de los presidenciables que vino a Jalisco y demostró a los incrédulos que no fueron en vano los ocho años que como rector estuvo al frente de la UNAM, donde el terreno en el que jugó fue el de los jóvenes en edad de votar.

ES TODO, nos leeremos ENTRE SEMANA.

JJ/I