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Vuelta a la realidad

Terminaron las vacaciones de verano. Millones de niños y jóvenes vuelven hoy a clases en Jalisco y en todo el país. Las familias regresan a sus actividades cotidianas después del feriado veraniego. Nuestro diario vuelve a su edición de 40 páginas y los editorialistas retoman su tarea de análisis y opinión en NTR.

En estas semanas el país ha seguido su marcha, no sin dificultades, con muchas cosas buenas producto, sobre todo, de la grandeza de su gente, a quien no doblan los inacabables escándalos de corrupción, ni los interminables abusos cometidos por quienes, al amparo del poder, siguen saqueando a México. Ahí está, por ejemplo, la más reciente revelación de la desmedida ambición con que actúan algunos servidores públicos, que aprovechan sus cargos para engordar sus bolsillos.

MORDIDAS MILLONARIAS

Desde Brasil nos ha llegado la denuncia que implica al ex director de Pemex, Emilio Lozoya Austin en el desfalco de más de 10 millones de dólares que habrían sido cobrados como mordida a cambio de jugosos contratos a favor de la empresa Odebrecht, organización que ha corrompido funcionarios aquí y allá para obtener ventajas para sus lucrativos negocios.

Y mientras, cobijado por las instituciones que deberían juzgarlo y condenarlo, Lozoya clama una presunta inocencia en la que nadie cree; otro pillo de doble suela, Javier Duarte de Ochoa, se ha puesto en huelga de hambre -le vendría bien bajar algunos kilos-, para quejarse de la supuesta persecución que sufre a manos de su sucesor en el gobierno de Veracruz, Miguel Ángel Yunes. El acusado -uno de los más viles corruptos de la historia de este país-, de pronto pretende convertirse en víctima diciéndose acosado, ante los ojos de una sociedad sorprendida y azorada por el abyecto cinismo de sus próceres.

LUCHA POR EL PODER

Corrupción e impunidad dan contexto a la lucha por venir, aquella en la que los partidos políticos volverán a la arena electoral para disputarse el poder, con el evidente propósito de servirse de él, sin más visión de futuro que perpetuarse para el logro de sus propios fines, en medio del sacrificio de millones que, sexenio tras sexenio, promesa tras promesa, siguen sumidos en la pobreza, la marginalidad y el abandono.

Un futuro distinto parece imposible en medio de la ambición y el egoísmo desmedidos de quienes deberían ser líderes y autores de la transformación profunda que reclama un país que parecía llamado a un destino diferente, en virtud de la grandeza que le precede. No ha sido así. Parece cierto aquello que dicen de que el Señor dotó a México de indescriptibles bellezas naturales e increíbles riquezas, pero también le dio a los mexicanos. Y es verdad, por acción u omisión todos hemos sido cómplices del permanente despojo del país.

EL MENOS PEOR

Y ahora habrá que elegir entre el menos malo. Vienen los tiempos de decisión en los partidos y ya conocemos el menú. Meade, Nuño, Osorio o Narro por el PRI. Anaya, Margarita, Moreno Valle o Derbez por el PAN. Mancera, Graco o Silvano por el PRD. Y el único realmente seguro, López Obrador por Morena. Cada uno rodeado por los satélites que tratarán de sumarse a la opción que les permita conservar el registro y los jugosos recursos que trae consigo.

La elección de presidente, gobernadores, presidentes municipales, senadores y diputados nos llevará a la edición de una nueva guerra sucia de quienes, carentes de ideas, visión, propuestas o programas, apostarán por el descrédito y la descalificación, buscando imponerse a sus oponentes y conservar sus privilegios. El único antídoto del votante contra la mediocridad es la información confiable, para seleccionar si no al bueno, al menos peor.

Verba volant, scripta manent

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@GOrtegaRuiz

JJ/I