Lucía Maya en su mínima expresión

Esta noche la artista plástica Lucía Maya abrirá las puertas de su casa para ofrecer al público una colección de piezas en miniaturas. Pequeñas pinturas, como vistas a través del microscopio: técnicas mixtas en superficies de entre 20 y 30 centímetros con retratos de un mundo interior, de espacios siderales y oníricos únicos del universo pictórico de la artista.

Estas obras estarán a la venta para financiar un proyecto editorial independiente: Trilogía de luz, tres tomos que reflejan la trayectoria artística de Maya, uno de dibujo y de grabado, uno de pintura y otro de proyectos digitales, de los que fue precursora al menos en el arte tapatío.

“Yo quería tener la oportunidad de publicar un libro sobre mi trabajo”, contó en entrevista la artista, “pero junto con el equipo de coordinadores de este proyecto decidimos que un libro iba a ser muy poco para todas las técnicas que he trabajado durante tantos años, entonces decidimos hacer tres y creo que apenas son un poco de toda la historia creativa que he tenido”.

El libro será un registro con muchas fotografías a través de los años. Una excusa para mirar hacia atrás y encontrarse consigo misma: los paisajes, las muñecas, el mundo interior, el miedo, el corazón, la noche y todos los temas que han protagonizado su pintura.

Las inquietudes han marcado su carrera, primero la inquietud de pasar del dibujo a la pintura, de la pintura el grabado, del grabado a la escultura y de la escultura al arte digital y no ha parado, ahora mismo se encuentra incursionando en una serie de intervenciones fotografías escaneadas de manera digital de sí misma. También dice que le gustaría incursionar en la escultura de gran formato –ya tiene impresiones de grandes escaneos de sí misma con muñecos, como una manera de resumir su trabajo primero y su más reciente experimentación y ya está buscando espacios para exhibirlas– o en las escenografías virtuales para teatro.

Sin embargo los temas tienen que ver casi todos consigo misma, a través de, sobre todo, el surrealismo.

“Están dentro de mí, todas mis ideas surgen en el momento en el que estoy trabajando. Yo casi no trabajo con bocetos, es muy raro que lo haga, casi todas vienen en la marcha. Tiene que ver con la facilidad que tenemos los artistas de transmitir nuestras vivencias, nuestros sentimientos y creo que yo me esforcé mucho en ese aspecto, quería encontrar técnicas para hablar sobre mi mundo interior, sobre lo que yo me imaginaba, lo que soñaba y sentía. Llevo este mundo desde niña. Me llevo de maravilla con él”, dijo la artista.

El evento de hoy por la noche busca cerrar la preventa de los libros que se publicarán, quienes asistan podrán ser parte de este proyecto que se presentará en la Feria Internacional del Libro en Guadalajara el 1 de diciembre. Se publicará a través de Equilátero, la casa dirigida por Javier Sedano, quien ha publicado entre otros el libro del también artista plástico Víctor Hugo Farías Mi perro bravo.

Luz y sombra será el primer tomo, introducido por Gutierre Aceves, que trata de la obra que ha trabajado sobre papel: dibujo, grabado y técnicas mixtas como la heliografía. Luz propia es presentado por Luis Carlos Emerich, y se enfoca en la escultura y la pintura. Tácita luz, por otro lado, tiene un escrito de Daniel Varela y se enfoca en la obra digital y acciones plásticas que representan su faceta de mayor experimentación.

Los interesados en la preventa de la trilogía pueden asistir hoy durante la noche a la Casa Lucía Maya, ubicada en San Ignacio 3612 a una cuadra de la Glorieta Chapalita.

“Quería encontrar técnicas para hablar sobre mi mundo interior, sobre lo que yo me imaginaba, lo que soñaba y sentía. Llevo este mundo desde niña. Me llevo de maravilla con él”
Lucía Maya, artista

JJ/I