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¿Se fractura el alfarismo?

No, que en la carrera por la candidatura a la presidencia municipal de Guadalajara en el partido Movimiento Ciudadano no hay aún ganador alguno y que son tres los aspirantes a los que se les dijo muévanse y se mantienen todavía en su respectivo carril, aunque públicamente declaren lo contrario o según las circunstancias.

Y así, dentro del mismo grupo compacto del alfarismo aseguran que los tres contendientes que se mantienen en la carrera, en estricto orden alfabético para evitar mal entendidos, son el diputado y el coordinador de la bancada naranja en el Congreso del Estado, Ismael del Toro Castro; el titular de la Agencia Metropolitana de Seguridad, Marco Valerio Pérez Gollaz, y el presidente municipal de Tlajomulco, Alberto Uribe Camacho.

Sin embargo, al parecer no todo es miel sobre hojuelas en este grupo alfarista en donde comienzan a surgir las diferencias y enfrentamientos entre quienes aspiran a ocupar un cargo de elección popular en específico, ya sea por este motivo o por otros que hasta el momento se mantienen en secreto, no obstante, incluso, entre ellos buscan guardar las formas y evitar hasta donde sea posible dejar ver estas fracturas.

De entrada, hay tres ejemplos de muestra de cómo las relaciones entre alfaristas se han resquebrajado y pudieran obligar al jefe político, Enrique Alfaro Ramírez, a dar en su momento un manotazo en la mesa con las consecuencias que ello puede provocar. Los ejemplos son:

1. Ismael del Toro Castro versus Alberto Uribe Camacho.

2. Jesús Pablo Lemus Navarro versus Clemente Castañeda.

3. Ramón Demetrio Guerrero Martínez versus Arturo Dávalos Peña.

Al interior del alfarismo estos enfrentamientos son ya bien conocidos y lo comienzan a ser también al exterior, pero la dimensión que registren y hasta dónde pueden llegar dependerá de la operación que Alfaro Ramírez haga entre ellos para dejarlos contentos a todos y convencerlos que lo más conveniente es que acepten el destino que él ya les tiene deparado.

Así, se asegura que hasta el momento –no obstante lo que otras fuentes ya presumen– quien aún se mantiene en la preferencia del jefe del grupo para contender por Guadalajara es Del Toro Castro, aunque afirman que no está del todo seguro porque al coordinador de los legisladores alfaristas el escenario se le comienza a complicar con algunos asuntos que ya han encendido las luces amarillas del primero.

En el caso de Lemus Navarro y Castañeda Hoeflich, al interior del Ayuntamiento de Zapopan han advertido que es más que evidente cómo el munícipe zapopano simplemente se ha dedicado a relegar a la gente del coordinador de los diputados alfaristas en San Lázaro para fortalecer a su propio equipo de corte empresarial.

Y, por supuesto, ya es más que imposible ocultar la seria fractura en la relación entre el diputado Guerrero Martínez y el alcalde Dávalos Peña debido a que ambos buscan ser nuevamente presidente municipal de Vallarta. El primero, quiere repetir después de ser legislador local, mientras el segundo pretende reelegirse. Y al igual que en Guadalajara, se afirma que su jefe político alienta a los dos a buscar ese mismo cargo.

Primero, dicen, le aseguró a Ramón Demetrio que él llevaba mano en la elección municipal de 2018 y le prometió que hablaría con el presidente municipal para que no se calentara por seguir en la silla, pero cuentan que en el equipo de Guerrero Martínez advierten señales de que, contra lo dicho, desde Guadalajara ya alentaron al alcalde Arturo para que busque la reelección.

Los propios alfaristas esperan que muchas cosas no contempladas en el guion naranja sucedan al interior del equipo compacto y ampliado, conforme transcurran los días después de celebrarse y festejar el resultado de los procesos de ratificación de mandato. Al tiempo.

ES TODO, nos leeremos ENTRE SEMANA.

JJ/I