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Almeyda, aciertos y errores

Se han cumplido dos años de Matías Almeyda como técnico de Chivas. Claro, en el sentido más estricto de las fechas, oficialmente tuvo su primera práctica con el equipo la tarde del 16 de septiembre de 2015, y el 18 fue presentado oficialmente como estratega rojiblanco.

Nadie puede negar que El Pelado cambió la estructura de un club cuyos proyectos dependían del estado emocional de su propietario Jorge Vergara.

Se le reconoce a Almeyda que ha sido el entrenador que logró convencer al temperamental empresario de aguantar procesos contra viento y marea, y lo hizo a través de cuatro campeonatos (uno de liga, dos de copa y una Supercopa), a lo que se agrega la permanencia en Primera División, la cual estaba en riesgo cuando llegó.

Pero también sería injusto no señalar sus fallas.

Almeyda ha tenido algunos desaciertos puntuales que es sano señalarlos porque a final de cuentas no estamos frente a un personaje infalible.

Uno de ellos es la forma en que fue partícipe de la salida de Jaime Ordiales como director deportivo del Club Guadalajara. Almeyda se equivocó al dejar ir a un hombre con mucho conocimiento futbolístico, y que era capaz de resolver o tratar los conflictos en la Federación Mexicana de Futbol (FMF).

Sus declaraciones sobre la credibilidad que tiene sobre los jugadores mexicanos se tomaron como una evidente postulación a la dirección técnica de la selección, y al ver el efecto causado optó por meter reversa, pero sus palabras ahí se quedan.

Otro punto cuestionable está en la parte médica, en la cual desde el año pasado Rafael Ortega dejó de ser jefe de los servicios médicos, y apenas en junio de 2017 se designó en dicho cargo al argentino Fabio Álvarez, mientras en cancha se quedó Alberto Robles. Almeyda tiene preferencia por las rehabilitaciones sin intervención quirúrgica como pasó con la pubalgia de Eduardo López, la fractura del humero derecho de Alan Pulido y la larga espera con Carlos Cisneros.

Habrá que esperar el regreso a la cancha de Pulido y Cisneros para saber si funcionó o no su idea de no operar.

En conjunto, Almeyda tiene más puntos a su favor que en contra, pero todo es perfectible, y él sabrá mejorar donde considere para seguir muchos años más, o al menos hasta la mitad de 2018, que es cuando podría cumplirse su sueño de asumir como técnico de México, o de Argentina, según lo que se presente primero.

@ofares72

JJ/I