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Un vistazo a la educación

La educación se relaciona estrechamente con la política y, por ende, con la democracia. La importancia de la educación radica en su impacto en el florecimiento de principios como la justicia, la igualdad y la libertad. De ahí que la educación se disputa en la arena política no sólo la loable labor de mantener una cultura nacional, sino también de los intereses políticos y financieros. Y es que el pastel de estos dos rubros es inmenso.

El proyecto de Prepuesto de Egresos de la Federación contempla destinar más de 275 mil millones de pesos al ramo 11 (Educación Pública), casi 3 por ciento más que en 2017, pero aun así es menos que el destinado en 2016 y 2015. Si bien esto es el total de lo que invertirá la Federación (60 por ciento), habrá que agregar lo estatal y municipal (15.8) y de “fuentes privadas” (25). Estas cifras habrán de contrastarlas con otros países y con otros resultados. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) recién publicó Un vistazo a la educación 2017 donde aparece un apartado dedicado a México.

En principio afirma que si bien México tiene una de las mayores proporciones de estudiantes que ingresan a la educación superior relacionada con la ciencia en los países de la OCDE, aún las carreras más socorridas por los estudiantes mexicanos son las de administración, negocios y derecho (31 por ciento entre los nuevos ingresos, debajo de Colombia, con 39).

Es aceptado que la educación en maternal y preescolar son determinantes para el desarrollo cognitivo y posterior desempeño escolar del menor; México incrementó la matrícula de la segunda en 89 por ciento en 2015 (que es similar al promedio de los países de la OCDE), aunque en maternal tan sólo 46 por ciento de la población de 3 años acudía a un centro de desarrollo infantil. Si algo sirve de consuelo, México tiene el promedio más bajo de la OCDE en niños atendidos por puericultores, con 21.

Con relación a la educación técnica, el país ha observado un aumento en su matrícula de los jóvenes de entre 15 y 19 años; sin embargo, aún es menor al promedio de la OCDE, que es de 25 por ciento y en México tan sólo de 15. Lo significativo es que el promedio de edad entre los graduados de este nivel académico es de 18 años, cuatro años menos que el promedio en los países de la OCDE.

Asimismo, el estudio resalta que los salarios de los profesores entre 2005 y 2015 han mejorado un promedio del 12 al 13 por ciento, aunque de acuerdo con la OCDE, México tiene los salarios más bajos de los países que integran esta organización. Los maestros mexicanos ganan unos 10 mil dólares anuales menos que el promedio de ingresos de docentes de países la OCDE.

Por último, el estudio asegura que, a pesar de que México ha incrementado el gasto en educación, en términos absolutos aún la inversión en este rubro es mucho menor que el promedio de los países de la OCDE. Mientras que en México se destinaron 3 mil 703 dólares anuales por estudiante, el promedio de gasto por alumno en la OCDE fue de 10 mil 759.

México no se puede dar el lujo de dejar de invertir en educación en todos sus niveles escolares. La única manera en que nuestro país puede construir un futuro deseable y prometedor para nuestros hijos y nietos es fortaleciendo la atención a la educación y considerarla prioritaria. No hay de otra.

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JJ/I