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Eligen migrantes a la ciudad para quedarse

Expuestas. Mujeres migrantes carecen de certezas y seguridad durante su estadía en el municipio. (Foto: Grisel Pajarito)

La dificultad cada vez mayor de cruzar a Estados Unidos con las políticas de su presidente, Donald Trump, y el acompañamiento jurídico de albergues ha provocado que las mujeres migrantes centroamericanas consideren a Guadalajara y a otras ciudades del Bajío como una opción para quedarse y dejar de lado el sueño americano.

“Las mujeres tienden a asentarse más que los hombres y hay muchas mujeres que buscan ahora mismo ya conseguir papeles, regularizar su situación o vienen también, si han sufrido violencia, consiguen visas humanitarias y muchas están también en ese acompañamiento por irse quedando, por irse asentado”, aseguró Manuela Camus Bergareche, académica de la Universidad de Guadalajara que estudia el desplazamiento forzado por México de las mujeres centroamericanas.

Guadalajara se ha convertido en una opción, sobre todo por ser una ciudad grande que se percibe con más oportunidades laborales. Aunque la investigadora advirtió que las condiciones de asentamiento no son nada amigables para las migrantes; sólo en caso de estar en un proceso de regularización, en ocasiones el estado sí les brinda servicios, como salud; en cambio, si están de paso, no son contempladas.

Además, las mujeres en esta condición obtienen empleos con salarios miserables, por ejemplo, en maquilas, domésticos y también hay una red de trata donde siempre están al acecho continúo de ser reclutadas.

“Aquí incluido, en Jalisco hay redes de trata fuertísimas donde también están siempre en esa presión tremenda (...) el mercado del migrante es muy fácil, porque es gente sin papeles y muy expuesta, están perfectos para ser esclavizados”, sentenció Camus Bergareche.

En la ciudad no existe un incremento en el flujo de mujeres migrantes, a pesar de que en el sur se reporta una entrada masiva de mujeres. De acuerdo con la académica, esto se debe a que ellas no tienden a viajar a bordo del tren por ser considerado uno de los medios más inseguros y optan por rutas en carretera.

Se estima que cada año atraviesan el territorio mexicano entre 200 mil y 400 mil migrantes centroamericanos; las mujeres representan hasta 30 por ciento; sin embargo, 65 por ciento de ellas contratan a un traficante para evitar viajar en el tren.

Bergareche aseguró que pese a ser muy pocas las que llegan a albergues, las atendidas en esos lugares son las más violentadas porque sus traslados son en tren. La investigación de Camus detalla que 24 por ciento de las mujeres migrantes padeció violencia sexual durante su paso por México.

“Las mujeres no denuncian, les urge continuar su viaje, saben que no se les va a hacer caso, sufren abusos de todo tipo, asaltos de todos los funcionarios, compañeros, garroteros del tren, violación, pero también golpes u otras muchas formas de abuso”.

Al participar en el foro Los retos del Estado mexicano en torno al fenómeno migratorio, Camus dijo que también se ha comenzado a detectar mayormente a mujeres que viajan con sus hijos pequeños porque hay más violencia y menos oportunidades en sus países.

Sin protocolos

Al igual que a nivel nacional, el estado no cuenta con una guía o protocolo de atención para las mujeres migrantes en caso de requerir servicios como salud, acompañamiento jurídico o de educación.

La directora del Instituto Jalisciense de las Mujeres, Erika Loyo Beristáin, manifestó que a partir de las complicaciones para cruzar hacia Estados Unidos con las nuevas políticas de ese país buscaron a la Unidad de Igualdad de la Secretaría de Relaciones Exteriores para preguntar por una guía al respecto, pero no lo tienen.

Se espera que la Red Interinstitucional de Equidad de Género y Migración en Jalisco, integrada por académicos y organizaciones civiles, pueda generar estas herramientas para dar luz a cuáles deberían ser los procesos institucionales en la atención de mujeres migrantes.

“En Jalisco hay redes de trata fuertísimas donde también están siempre en esa presión tremenda (...) el mercado del migrante es muy fácil, porque es gente sin papeles y muy expuesta, están perfectos para ser esclavizados”
Manuela Camus Bergareche, académica de la UdeG

JJ/I