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Pirotecnia y política pública municipal

Termina la misa de función de la Virgen del Rosario en Atemajac, los fieles se disponen al jolgorio de la risa de colores de la pirotecnia ancestral. Niños, ancianos y mujeres se congregan alrededor de la verbena popular, mientras esperan que la música de alabanzas dé inicio al cielo de colores fugaces.

El primer cohete que cruza el cielo del valle e ilumina la campana de los mil años de Atemajac. Es la señal que esperaban los oportunos y cumplidos policías del Municipio situados frente a la delegación municipal para impedir el uso de pirotecnia, pues el reglamento prohíbe tronar cohetes y castillos después de las 10 de la noche.

Mediante el celular, a través de redes sociales, vecinos y pobladores fueron invitados a concentrarse en el atrio, donde los policías zapopanos evitaban el encendido de la pólvora por infracción al reglamento y por la queja de los vecinos de un coto cercano.

Los ánimos se encendieron como pólvora humana tras los gritos de “¡fuera!, ¡fuera!”. El párroco intervino para que la situación se controlara en el momento en que los gendarmes eran rodeados. El párroco y el vicario se deslindaron de la quema del castillo. Los vecinos de Atemajac asumieron que son ellos los promotores de la quema de castillos y de los fuegos artificiales por ser una costumbre de sus ancestros.

El alcalde Pablo Lemus fue enfático al señalar que “no se trata de acabar con las fiestas patronales, los cohetes se podrán seguir utilizando, pero en horarios en los cuales no molesten a la gente en sus horarios de descanso”. Indicó que tuvo un diálogo con los párrocos del Decanato de Zapopan, quienes estuvieron completamente de acuerdo en regular los horarios para la utilización de los cohetones y la pirotecnia.

Cabe aclarar que la Vicaría de Nuestra Señora de Zapopan la integran tres decanatos, el de Zapopan, el de Tesistán y Jesucristo Obrero. La consulta a los sacerdotes no está completa. Se percibe que este reglamento no fue socializado al interior de la comuna ni con la mayoría de los párrocos y sacerdotes.

Zapopan es el único municipio de la zona metropolitana donde tronar cohetones en las parroquias tiene un horario de 8 de la mañana a 10 de la noche. Comunicación Social de Zapopan informó que se hace para tener una política pública de respeto al orden y la paz. Por esa medida, el alcalde dio el Grito de Independencia a las 9:45 de la noche.

En usos y costumbres Zapopan es un municipio rural; no todo el territorio de Zapopan es como el distrito 10. Poblaciones como San Esteban Aztlán, Santa Ana Tepetitlán, San Juan de Ocotán, San Francisco Tesistán, Santiago Nextipac, San Gaspar Jocotán y San Francisco Ixcatán coexisten con los cotos con costumbres cosmopolitas y visiones primermundistas que en ocasiones sienten como lastre a la gente de los pueblos originarios.

Algunas asociaciones establecen que esta medida del alcalde obedece a la insistencia de algún colectivo o tribu urbana de la cultura hípster que, por lo general, son una élite cultural que se posiciona por encima de las masas.

Para muchos ciudadanos, los juegos pirotécnicos son una tradición que da identidad a México. Para ellos un castillo ayuda a fraternizar, pues al igual que las campanadas en los templos, los cohetes acercan a la población a la fiesta y tradición religiosa.

Al igual que sucedió con las calandrias, algunas asociaciones desean presentar queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos por la prohibición de la pirotecnia en fiestas patronales, al considerar que atentan contra el derecho al patrimonio cultural.

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JJ/I