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Un siglo de plata

(Foto: Especial)

Este día se cumplen 100 años del nacimiento de El Santo, el luchador más impactante en la historia de la disciplina.

Posiblemente, los aficionados a la lucha libre, y quienes fueron testigos de los 15 mil combates oficiales en más de 40 años en el cuadrilátero, coinciden en que El Enmascarado de Plata no ha sido el mejor luchador mexicano, pero sí el más popular, y el que sin duda fue el impulsor de la lucha como espectáculo de la cultura de masas.

Pocos conocen a Santo por su verdadero nombre: Rodolfo Guzmán Huerta, quien nació un 17 de septiembre de 1917 en Tulancingo, Hidalgo, como el quinto de siete hermanos, hijos de Jesús Guzmán Campuzano y Josefina Huerta.

Desde chico, Rodolfo mostró afición por diversos deportes como el futbol americano, el beisbol y la natación. Al cumplir los 14 años comenzó a practicar la lucha libre por seguir los pasos de sus hermanos Jesús, Miguel y Javier.

Según algunos carteles de 1934, sus primeras apariciones fueron como Rudy Guzmán, y por entonces ni contemplaba la idea de luchar enmascarado. El luchador Jack O´Brien fue quien detectó en el joven Guzmán a un atleta con cualidades, por lo cual lo recomendó con el instructor Jesús Lomelí, de la Empresa Mexicana de Lucha Libre.

Tras luchar algún tiempo enmascarado con nombres como El Hombre Rojo y El Murciélago II, su mentor, Lomelí le sugirió tres nombres: El Ángel, El Diablo o El Santo, y se inclinó por el tercero.

Así, un 26 de julio de 1942, apareció por vez primera El Santo, en una batalla campal programada en la antigua Arena México, y en la que al final sobrevivió el plateado ante El Lobo Negro, quien resultó el gran vencedor.

El despegue de El Enmascarado de Plata, que en sus primeros años peleó en el bando rudo, se dio a partir de su asociación con Salvador Gori Guerrero, y por el salvajismo de ambos fueron bautizados como La Pareja Atómica.

El Santo era odiado y amado, pero tenía que confirmar su calidad ante un luchador que lo superaba en técnica y popularidad: Black Shadow.

El 7 de noviembre de 1952 se pactó el combate de máscara contra máscara en la Arena Coliseo, de la cual salió triunfante el plateado en tres caídas.

Si El Santo ya era famoso, su cambio al bando técnico en 1962 lo llevó a posicionarse en la preferencia de sus seguidores hasta el fin de su carrera el 12 de septiembre de 1982, en la épica batalla de relevos atómicos en el que él, El Solitario, Huracán Ramírez y Gori Guerrero vencieron al Perro Aguayo, El Signo, Negro Navarro y El Texano en el Toreo de Cuatro Caminos.

Poco fue el tiempo que saboreó El Santo de las bondades del retiro, porque un 5 de febrero de 1984 falleció tras participar en un sketch en el Teatro Blanquita. Moría el hombre, y comenzaba la leyenda que hasta hoy permanece.

Su rostro

El Santo nunca perdió la máscara en un combate oficial, pero en enero de 1984, él decidió dar a conocer su rostro en el programa de televisión Contrapunto que dirigía Jacobo Zabludovzky, lo cual no fue del agrado para los seguidores del plateado

48 años como luchador profesional

1,000 Combates en toda su carrera

3 títulos nacionales (Welter, Medio y Semicompleto)

2 títulos mundiales (Welter y Medio)

30 máscaras

20 cabelleras

52 películas

Rodolfo Guzmán Huerta

  • Nombre como luchador: El Santo
  • Fecha de nacimiento: 17 de septiembre de 1917
  • Lugar de nacimiento: Tulancingo, Hidalgo
  • TRAYECTORIA
  • Primera lucha como El Santo: 26 de julio de 1942
  • Última lucha: 12 de septiembre de 1982
  • Campeón nacional Welter, Medio y Semicompleto
  • Campeón internacional Welter y Medio
  • Primera película: Santo contra el cerebro del mal (1958)
  • Última película: Santo en la furia de los karatecas (1982)

El legado continúa

Pocos años antes de morir, El Santo ya preparaba a su sucesor en el cuadrilátero. Para Rodolfo Guzmán era fundamental que el personaje no se perdiera.

En un principio el vástago de plata luchó bajo el nombre de Korak, para después, cuando consideró que ya estaba listo, tomar la máscara y toda la indumentaria clásica de El Enmascarado de Plata.

Su rivalidad más fuerte y duradera fue contra El Negro Casas, con quien durante más de 10 años se enfrascó en combates sangrientos, y que terminó en un duelo de máscara contra cabellera en 1997, con la victoria para El Hijo del Santo.

Sin embargo, desde hace más de una década el heredero de la leyenda lucha de manera independiente, ya que tuvo diferencias con el Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL), que lo quiso opacar al crear el personaje de Místico con el mote de El Príncipe de Oro y Plata.

Hace un año debutó El Nieto del Santo, con la misma idea de preservar la leyenda. Omar Fares

El ‘Superman’ mexicano

Si hoy en día el uso de las redes sociales es fundamental para dar a conocer e impulsar un producto, en la década de los 50 los medios de comunicación convencionales también lo fueron para los personajes de la época.

Y quien mejor los aprovechó fue El Santo. Primero a través de las historietas, y después en el cine, medio que sin duda lo proyectó a nivel internacional.

La idea de crear una revista de aventuras de El Enmascarado de Plata surgió de la mente del dibujante jalisciense José Guadalupe Cruz, quien en el decenio de los 40 se hizo famoso con personajes como Pepín, Pinocho y Paquita, y poco después iniciar el género de la historieta de arrabal.

Fue en 1951 que emprendió el proyecto de Santo, El Enmascarado de Plata, a la que presentaba como “¡Una revista atómica!”. La publicación editó su último número hasta 1980, luego de que Cruz decidiera retirarse para vivir en Los Ángeles.

Pero si al gladiador le sobraba fama y éxito, se agregó un elemento más cuando se le propuso su primer papel en la cinta en 1958, a lado de Joaquín Cordero en Santo contra los cerebros del mal.

El género del cine de luchadores ya había iniciado antes, pero fue El Santo el que detonó la moda, ya que pese a que el presupuesto, los efectos y el contenido eran de baja calidad, sus películas tuvieron un alto impacto al colocarlo como un héroe real que enfrentaba a todo tipo de enemigos como los monstruos míticos Drácula, El Hombre Lobo, las Mujeres Vampiro, científicos locos y seres extraterrestres.

Polémica

La película más polémica del luchador mexicano fue la de Santo en El tesoro de Drácula, que en Europa se presentó como El vampiro y el sexo, en la que las mujeres vampiro aparecían desnudas; en México se proyectó la versión censurada

JJ/I