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Fracasa otro intento contra el Obamacare

(Foto: Especial)

WASHINGTON. Los viejos amigos y consejeros del senador republicano John McCain dicen que no les sorprende su decisión de oponerse a un desesperado intento de sus copartidarios para derogar la ley de salud de Estados Unidos.

El viernes, McCain declaró su oposición al intento de último minuto de sus compañeros de partido para derogar y reemplazar la Ley de Salud Asequible implementada durante el gobierno del presidente Barack Obama y que es conocida como Obamacare. Con ello asestó un golpe mortal a la propuesta y quizá a la vieja promesa del Partido Republicano de cancelar ese programa.

Fue la segunda ocasión en tres meses que McCain, de 81 años, ha surgido como el gran aniquilador de uno de los compromisos más importantes de su partido con el electorado.

Al tomar su decisión, McCain puso en la balanza la amistad, la lealtad partidaria y sus convicciones. Tomó la decisión que algunos de sus consejeros más cercanos esperaban.

Mirando al crepúsculo de su carrera y con un lúgubre diagnóstico de cáncer cerebral, el senador republicano que se enorgullece de tomar decisiones de forma independiente, no se dejó convencer de sumarse a un envión republicano de última hora para reformar el sistema de salud de la nación.

McCain explicó que no podría votar a favor de la medida “con la conciencia tranquila”.

Sus allegados dicen que tuvo problemas para hacer su elección la iniciativa de ley fue defendida por su mejor amigo en el Senado, pero agregaron que rara vez se desvía de su intención de enviar un mensaje a la institución donde ha pasado tres décadas.

En parte McCain se opuso a la propuesta de reforma porque los líderes republicanos en el Senado querían una votación sin celebrar audiencias ni debates. Desde que regresó al Congreso después del diagnóstico de cáncer, el senador por Arizona ha dado prioridad al regreso del Senado a su "orden regular".

Su mensaje fue de apoyo al bipartidismo y lo que él calificó como de respeto a la integridad del proceso en el Senado que insiste en el debate y que a menudo significa hacer concesiones. El llamado a un "orden regular" no es un tema que aparezca en calcomanías de campaña, pero se ha convertido en la misión de McCain desde que regresó a Washington, tanto para seguir trabajando como para seguir su tratamiento para un tumor cerebral que a menudo es fatal.

"Si él apoyó esto, entonces se atreve a defender con todo su mensaje, que ha estado tratando de dar a sus colegas, tanto demócratas como republicanos", opinó Rick Davis, quien dirigió las dos campañas presidenciales de McCain y que sigue siendo un allegado del legislador.

Davis agregó que el senador republicano Lindsay Graham, hizo su intento con su viejo amigo, pero que McCain estaba motivado por "su deseo de llevar al Senado hacia una mayor cortesía y bipartidismo".

“Creo que podríamos hacer más si republicanos y demócratas trabajáramos juntos, y en realidad no lo hemos intentado todavía”, alegó McCain sobre la iniciativa de sus colegas de partido. “Tampoco podría apoyarla sin saber cuál será el costo, cómo afectará a las primas de los seguros, y cuántas personas resultarán beneficiadas o perjudicadas”.

La postura de McCain propina un gran revés al presidente Donald Trump y al líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, y podría profundizar las desavenencias entre los legisladores republicanos y el mandatario, que ha comenzado a concertar acuerdos con los demócratas debido a la frustración por la incapacidad de su propio partido para convertir propuestas en leyes.

Durante la campaña electoral, Trump se había comprometido a cancelar con rapidez la ley promulgada por Obama “será sencillo”, había dicho y ha reprendido públicamente a McConnell por no conseguir la aprobación de la iniciativa.

FV/I