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De Alaska a Patagonia en bicicleta

(Foto: Darío Pereira)

En un periodo de 117 días se pueden hacer cosas tan dispares como llevar una vida cotidiana y cobrar siete u ocho quincenas, o se pueden recorrer los más de 22 mil kilómetros de largo del continente americano en bicicleta.

Esta última fue la opción que eligió Carlos Santamaría, un potosino que en 2015 obtuvo el Récord Guinness al convertirse en el hombre que recorrió América más rápido, desde Prudhoe Bay, en Alaska, hasta Ushuaia, en Argentina. El tiempo oficial fue de 117 días con cinco horas.

Después de un encuentro fortuito en su ciudad natal con un extranjero que había llegado a México desde Argentina en su bicicleta, en Carlos surgió una curiosidad que no se detuvo. Ésta lo llevo a hacer viajes dentro de México, como la ruta San Luis Potosí - Acapulco, cuyos momentos capturó en videos que, a la postre, dieron vida al documental "Rodando".

Tras esa experiencia, decidió ir más allá e hizo un recorrido de Alaska a su ciudad de origen; pero tampoco le bastó.

Así, en agosto del 2015, se fijó la meta de ir de Alaska a Tierra del Fuego y conquistar un Récord Guinness al hacerlo en el menor tiempo posible. Una marca hasta entonces ostentada por el escocés Scott Napier, quién seis años antes que él realizó la travesía en 125 días.

La noche del martes, en el marco de Emplerate ITESO 2017, el joven compartió sus experiencias con alumnos y público interesado. La disciplina y la fuerza para lograr los objetivos propios a pesar de los obstáculos, fueron algunos de los valores que Carlos buscó transmitir con éxito.

Osos grizzly merodeando su campamento en Canadá, quedar varado en el desierto estadounidense, verse en medio de grupos armados en México, encontrarse con pandillas en Centroamérica o pasar días sin agua entre dunas peruanas, son sólo algunas de las vicisitudes a las que Carlos se enfrentó en el camino.

Pero lejos de él, en San Luis Potosí, la vida continuaba:

"Casi al final, lo que para mí era un sueño se había convertido en una pesadilla. Yo ya estaba harto, me dolía todo, no podía dormir bien, llegué a tener una fuerte enfermedad en Colombia. En este proceso de 117 días mis papás se separaron, fue algo bien difícil eso. Me di cuenta que mi vida iba a seguir, no era una carrera de 100 metros planos que dura 10 segundos, mi vida iba a continuar, iban a pasar cosas y tenía que afrontar eso", relató.

En ese mismo periodo, la chica con quien empezaba a salir decidió quedarse con alguien más y su perro se perdió y fue encontrado. Todo, en medio de un agotamiento extremo que incluso lo llevó a acostumbrarse a que su visión se distorsionara. Por ello, hubo momentos de duda:

"Todas estas cosas me hicieron llorar, pero lloré pedaleando. Siempre hay que adherirnos a las cosas que nos gustan", expresó.

El momento en el que terminó su recorrido no fue glorioso en sí, pero después llegó el momento de valorar lo hecho y recoger los frutos:

"El último día de mi viaje yo ya iba mal, ya iba en estado zombie, sin pensar, no me interesaba si tenía el récord o no. Llegué a Ushuaia, donde te pide el Récord Guinness llegar, 'el fin del mundo'. Cuando iba llegando, se rompe la bicicleta, me enojé, me acuerdo que hasta la pateé, y me bajé y empecé a caminar. Al final no había edecanes ni nada, como la gente cree, pero había algo mejor: estaba Christian (su cuñado) esperándome ahí junto con mi hermana. Fue algo súper bonito para mí. Christian me da la noticia, me dice, 'Carlos, te quiero decir algo, no sé si llevas el conteo, te veo extraño, pero mi cronómetro marca que eres la persona más rápida en el mundo en recorrer el continente americano'",

Su viaje, cuenta Carlos, lo dotó de madurez y además, le motivo a compartir su experiencia para convencer a las personas de que siempre es posible lograr lo que se proponen.

"Estoy segurísimo que afuera está alguien que está pasando por un problema de los buenos y el chiste es no dejarse, que esa energía que sienten, no los detenga. De eso se trata el triunfar, si te caes, pues cáete, pero vuélvete a levantar; si quieres toma vuelo, pero el chiste es seguir", concluyó. 


GT