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Valentina canta y no llora

(Foto: Especial)

Más allá de chovinismos y nacionalismos panfletarios, para la cantautora tapatía Valentina González es un orgullo ser mexicana. En medio de un panorama a veces trágico, llevar esa sangre es en su día a día un motivo más para ser feliz.

“Me llena de emoción hasta las lágrimas la música mexicana”, dijo en entrevista, previo a la presentación que tendrá esta noche en el Teatro Jaime Torres Bodet con un espectáculo que ya se ha vuelto un clásico, Canción Mexicana, en donde buscará celebrar la vida de la música que ha dado nuestro país en uno de los momentos en que más necesita, que recordemos por qué lo queremos, dada la cercanía con la tragedia del terremoto del 19 de septiembre.

“Para mí era un conflicto qué hacer entre la solemnidad de la tragedia o la celebración de la vida. Elegí el último, celebrar lo que tenemos, lo que somos y partir de ahí para seguir construyendo mejores versiones de México y de nosotros mismos con algo que nos toca profundamente como nuestras canciones; si existiera la marca México el eslogan sería Canta y no llores, para mí es muy importante mirar al cielo y al futuro cantando con todo el amor que tenemos”, contó González en entrevista.

Sobre el show de esta noche, comentó que será el montaje con mayor producción de su carrera de manera totalmente independiente. “Un espectáculo que será único”, describió. Canciones mixtecas, canciones cantineras como Nieves de enero y Flor de Capomo, boleros, rancheras, en fin, un viaje de sur a norte y de norte a sur por la música de nuestro país, entre mezclas y nuevas maneras de cantarlas, será lo que presente en el escenario.

Como plus, el artista plástico Claudio Limón, originario de Arandas, estará en la presentación pintando un mural en vivo frente al público mientras Valentina canta sus temas, además de que ha sido parte de la imagen que tendrá el concierto, la escenografía, el maquillaje y el vestuario de esta noche.

El hilo conductor del espectáculo de este sábado en particular es un viaje a través de la vida de la cantautora tapatía y los vínculos y las relaciones que la hilan a la música mexicana que interpreta con su voz.

“Refrescar el prisma a través de mi mexicanidad, de la que arranco una interpretación personal que comparto con Claudio (Limón); tenemos una visión similar, él a través de lo plástico y lo gráfico y lo que veo yo en la música: reinterpretar canciones que tuvieron prejuicios por considerarse populares y no en el mejor sentido de la palabra, han sido juzgadas bajo una mirada elitista, para mí cantarlas significa revestirlas no sólo para que le lleguen a un público joven, sino a un público que no les sabía encontrar la belleza”, contó González.

“En las canciones descubro un país cada vez distinto, sobre todo por los motivos que más nos preocupan y nos ocupan para bien y para mal: la muerte, el alcohol y la Virgen son temas muy presentes en muchas de las canciones de distintas zonas geográficas, lo cual me da por resultado esa sensación que va de lo lúdico a lo religioso, ese mundo pagano, este sincretismo en el que vivimos por más católicos que se asuman algunos”, dijo, “como la Romería esta semana, ahí están todas las raíces y las diferentes razones para seguir creyendo en algo”.

“Para mí ser mexicano en principio tiene que ver con la situación geográfica en la que nos encontramos, es única, ningún país es frontera de este a oeste de una potencia como lo es Estados Unidos, con una historia colonial común al mismo tiempo, no tan lejos de Europa y puente de Latinoamérica, con una silueta tan afortunada, con tanta gracia, además por todas las culturas que conviven que coexisten”, señaló la cantante. “Pero, además, la identidad, lo cálido, lo íntimo, lo festivo de cada uno. Eso es lo que encumbra la cantante más allá de las tragedias que ocurren todos los días en toda la república”.

“Intento que la canción sea una especie de bálsamo, no sé si sea posible llamarlo paliativo, pero sí de una cura provisional en la que nos volvemos a enorgullecer de la belleza de aquello que no podemos ver todos los días. Sanarnos el amor propio y el sentido de identidad es definitivo para que este país avance en un sentido hermoso y positivo, con un genuino amor por la vida y por el país”, contó sobre lo que ofrecerá en el escenario esta noche.

El concierto es este sábado a las 20 horas, los boletos están disponibles en taquillas del Teatro Jaime Torres Bodet y tienen un precio de 150 pesos de entrada general. En línea pueden conseguirse a través de voyalteatro.com

“Para mí era un conflicto qué hacer entre la solemnidad de la tragedia o la celebración de la vida. Elegí el último, celebrar lo que tenemos”

“En las canciones descubro un país cada vez distinto, sobre todo por los motivos que más nos preocupan y nos ocupan para bien y para mal”

“Intento que la canción sea una especie de bálsamo, no sé si sea posible llamarlo paliativo, pero sí de una cura provisional en la que nos volvemos a enorgullecer de la belleza de aquello que no podemos ver todos los días”
Valentina González, cantautora

JJ/I