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El PRI ‘calienta motores’

Al filo del vencimiento de plazo –sábado 21– para notificárselo al Instituto Nacional Electoral, el PRI definirá el viernes 20 el método de elección de sus candidatos, entre ellos el de la Presidencia de la República, en una sesión extraordinaria de su Consejo Político Nacional.

Ahí mismo se aprobará la publicación de las convocatorias para la selección de candidatos a las gubernaturas que estarán en juego el año próximo, como será el caso de Jalisco. ¿Podemos esperar alguna sorpresa en la definición de cómo elegirá el PRI a su candidato a Los Pinos?

Definitivamente podemos descartar que pueda ser mediante una consulta abierta a la ciudadanía o a la base militante en el país, como lo ha solicitado o exigido un grupo de priístas encabezado por la ex gobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega, y en cambio quizás nos acerquemos más a lo que puede suceder si presumimos que sería el Consejo Político Nacional ampliado el que determine nombre y apellido de su futuro abanderado presidencial.

Y seguramente será de entre los ya placeados José Antonio Meade, José Narro, Aurelio Nuño y Miguel Ángel Osorio Chong de donde salga el ungido. Al secretario de Turismo, Enrique de la Madrid Cordero, todo indica que lo han dejado ya fuera de la jugada.

Hasta el momento, y ya prácticamente estamos al cuarto para las doce, no hay indicios de que el PRI y el primer priísta del país, el presidente Enrique Peña Nieto, vayan a modificar la forma en que se han decidido los destapes presidenciales. La voz cantante la tendrá el presidente de la República y el priísmo en los consejos políticos, nacional y estatales, le seguirán la tonada.

Este mensaje quedó más que evidente en la manera en que se desarrolló la pasada Asamblea Nacional del PRI en la que Peña Nieto tomó, mantuvo y retuvo los hilos conductores antes, durante y después de este encuentro nacional tricolor, en el que se cubrieron y cumplieron al pie de la letra los pasos y las estrategias marcadas desde Los Pinos para sacar a un presidente fortalecido y con el control del partido.

Por supuesto que el golpe más sonado en esta asamblea fue la reforma en los estatutos para permitir que ciudadanos no priístas puedan aspirar a la candidatura presidencial, abriéndole de esta manera la puerta al titular de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade, quien no es militante del PRI, y a quien, por esta razón, no son pocos los que lo ven como el futuro candidato presidencial.

Otros colocan a la cabeza de los aspirantes al doctor Narro Robles, quien apenas anteayer presumió en un foro sus poco más de cuatro décadas como priísta, lo que contrasta con Meade, y de quien ponderan su limpia trayectoria, que no tiene cola que le pisen, su experiencia y su paso por la Rectoría de la UNAM, que para muchos es una ventaja frente al ser el de mayor edad entre los aspirantes, pues su contacto con los jóvenes universitarios durante ocho años le ha permitido mantener un discurso con el que ambas partes se entienden muy bien.

Y más atrás vienen Osorio Chong y Nuño Mayer, a quienes frente a los dos primeros se les ven menos posibilidades, pero por supuesto no los descartan aún.

Si bien el plazo del INE vence el 21, no hay que perder de vista que el método de elección del candidato presidencial se definirá también luego de que la Comisión de Hacienda dictamine –hoy miércoles– la ley de ingresos 2018 para ser votada mañana jueves, con lo que, de aprobarse, dejaría a José Antonio Meade libre para entrar de lleno a la lucha por la candidatura.

Hay que entender, pues, que en política no hay coincidencias, y que si se decidió definir el método de selección del candidato presidencial hasta el último día es porque mucho tuvo que ver lo que sucederá los días 18 y 19 en San Lázaro.

ES TODO, nos leeremos ENTRE SEMANA.

JJ/I