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Ratifican su compromiso con la cultura


Olía a nuevo. Ayer, con un magno concierto de una de las más importantes voces del bel canto, Plácido Domingo, las autoridades universitarias abrieron oficialmente las puertas del Conjunto de Artes Escénicas del Centro Cultural Universitario.

Los invitados especiales a este evento, motivo de fiesta para la cultura, llegaron temprano y de gala. Los boletos, sumamente cotizados, volaron. Desde autoridades y políticos hasta miembros de la comunidad cultural, en especial el escritor Fernando del Paso, estuvieron presentes.

En la Sala 1, la más grande del conjunto, el concierto inaugural arrancó con las actividades que desde ahora llevarán en alto el nombre de la cultura en Jalisco.

La entrada fue por la Biblioteca Pública del Estado. Después de cruzar la Plaza Bicentenario, que se encuentra en remodelación, las autoridades de la Universidad de Guadalajara, encabezadas por el rector general, Tonatiuh Bravo Padilla; el director del patronato del Centro Cultural Universitario, Raúl Padilla; la directora del Conjunto de Artes Escénicas, María Luisa Meléndrez; el gobernador del estado Aristóteles Sandoval Díaz, así como Lidia Cacho, directora del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, entre otras autoridades del gobierno del estado y de los ayuntamientos, como el de Zapopan, develaron juntos una placa en virtudes de comenzar con las actividades culturales.

“Éste es nuestro aporte para forjar un futuro sin abuso, corrupción y violencia, la contribución a la paz y la democracia que tanto necesita este país”, dijo Raúl Padilla en la inauguración.

“Este sueño no habría sido posible sin la disposición económica del gobierno del estado, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y de la propia Universidad de Guadalajara”.

Así, con el olor a pintura recién secada, a maderas de Ocotlán y mármol y muebles nuevos, agradeció a todos los asistentes al primer evento del espacio y a los cientos de trabajadores, albañiles, aseguradores e ingenieros que “trabajaron incansablemente durante muchas horas para hacer realidad este objetivo”.

Música, teatro, danza, experimentación teatral y la cinematografía mundial tendrán espacio en este lugar que pronto albergará varias manifestaciones de nivel nacional e internacional.

El rector de la Universidad de Guadalajara reconoció en su discurso la importancia que tendrá este centro en la formación de los alumnos de Artes Escénicas de la institución y dijo que este espacio será prioritario para su preparación profesional en varios sentidos.

Asimismo agradeció al gobernador del estado, por “la disposición que desde el primer día de su mandato ha tenido para con el proyecto del Centro Cultural Universitario”, dijo.

Dueño del escenario

A Plácido Domingo le pertenece cualquier escenario en el que entre. Siempre lo hace a lo grande. Ayer, junto con la Orquesta Filarmónica de Jalisco –dirigida en esta ocasión especial por el director invitado Eugene Kohn– fue la primera voz que se escuchó en la Sala 1 del Conjunto de Artes Escénicas.

Alrededor de mil 800 personas, la capacidad total del recinto, se pusieron de pie tan sólo al ver al representante vivo más importante de la ópera (ha interpretado 148 papeles distintos en su carrera) inaugurar otro recinto cultural en Guadalajara. El cantante agradeció emocionado, con los ojos rasados.

El concierto fue un programa seleccionado tanto para los novatos como para los conocedores de ópera que inició con Plácido cantando una pieza de Rossini, La gazza ladra, que el público aplaudió enloquecido de verlo cantar de vuelta en esta ciudad que lo quiere tanto.

El escenario fue suyo, caminó por él como si lo conociera de toda la vida, como si hubiera cantado ahí muchas veces. Quizá por la experiencia que sólo dan los años cantó la obertura de La gazza ladra con los brazos abiertos y la seguridad de la voz que el público ya al menos una vez habrá escuchado y conoce tan bien.

No vino sólo: algunos de los ganadores del concurso de ópera internacional que organiza, Operalia, vinieron a poner sus voces en la Gala Inaugural. La soprano rumana  Adela Zaharia, el tenor de Kosovo Rame Lajah, el tenor David Lomelí y el barítono Juan Carlos Heredia, ambos mexicanos, la mezzosoprano española Nancy Fabiola Herrera y el bajo barítono Nicholas Brownies, fueron todos parte de la fiesta.

Tampoco faltaron los grandes, al programa lo compusieron obras de gran importancia de compositores como Mozart, Verdú, Puccini, Massenet y Bizet, por mencionar sólo algunos. Por supuesto que hubo zarzuela, y Giménez, Sorozábal, Moreno Torroba así como Soutullo y Vert, fueron parte del final de este programa de bienvenida y brindis de buena suerte.

Inician con confusión

Después de los actos protocolarios y para entrar al recinto a disfrutar de la función, dieron la primera y la segunda llamada tan pegados que esta última el público la escuchó haciendo fila en las escaleras.

Nadie sabía la entrada más cercana a sus asientos, el personal del recinto por momentos se confundía con la seguridad privada de los políticos.

Los boletos no indicaban gran cosa y hubo incluso asistentes de la tercera edad que tuvieron que subir y bajar varias veces sin encontrar el lugar correcto para contemplar el espectáculo.

Por ser la primera vez no había ni señalización, hubo varias molestias manifiestas por quienes esperaban en una puerta sólo para recibir por respuesta otras indicaciones para subir y bajar por alguno de los tres pisos.

El espectáculo planeado a las 19 horas comenzó al menos hora y media después, durante la cual la gente parecía un enjambre de murmullos y de taconeos como de abejas saliendo y entrando del panal. Alejandra Carrillo

Mil 800 es la capacidad de la Sala 1, que lució repleta

FV/I