Un planeta sin Sol… no sé, piénsalo

Zona temporalmente autónoma

Los Planetas

Siete años de espera valieron la pena. Los Planetas volvió con un álbum en el que llevan el sentido de extremismo a cómo enfrentar la música. Sobre la base de un trap de Yung Beef construyeron Islamabad, una intensa reflexión sobre Dios y el radicalismo, todo extremo, fuerte, punzante. Hizo un corte espacioso y fantasmal con un palo flamenco (Una cruz a cuestas), secuestraron un poema (Soleá) con su psicodélica. Belleza hay en Seguiriya de los 107 faunos. De los 14 cortes no hay uno que no valga la pena, Gitana (¡uuf, el bajeo!), la sencilla Porque lo digas tú o Hay una estrella. Corran por él. #viajesinvisa

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Pacific daydream

Weezer

Rivers Cuomo y Weezer plantean una compleja tesis: ¿es fácil hacer pop? Sí, ¿pero se puede hacer con arte? También. Pacific daydream es un ejemplo de que el buen pop se puede provocar, diseñar, pero no es para cualquiera. Mexican fender cobra sentido al oír todo el álbum, es una simple canción de amor veraniego, pero hecha de varias capas; Beach Boys es un homenaje a la banda de los 60 trasladado a la estética ochentera. Las letras son tontas, pegajosas, pero sintetizan la esencia pop; vacío, pero bien producido. QB Blit es muy 70, Sweet Mary va a los 60 al igual que La mancha screwjob, muy 80. Es un disco experimental, musicalmente mágico. #cangrejitoplayero

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Música es música

Celso Piña

No había necesidad. La música de Celso Piña ya tiene su condición clásica y no necesitaba elevarse y presentarse con acompañamiento orquestal. Se entiende, si hasta El Tri lo hizo, si lo hicieron Los Ángeles Azules, pues él también. No luce el trabajo con la Orquesta Baja California, salvo en los primeros instantes de Oye, las cuerdas de La negra Nelly, quizá la mejor sea Cumbia sobre el río y el animoso arreglo de metales en Reina de cumbias, pero todo lo demás es, como suele pasar en estos proyectos, caótico. El bolero Aunque sea conmigo es el único que se presta, pero el arreglo es tibio. #Bailaronlascalmadas

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SENCILLOS

La fiesta del mariachi

Luis Miguel

Si se trata de brillar, el Mariachi Vargas de Tecalitlán deslumbra. El Sol, Luis Miguel, pues, queda eclipsado. La fiesta del mariachi es un corte festivo, rebosante de trompetas, bien arregladas y vivarachas (tan protagonistas que salen en la portada), entre las cuales se pierde la voz del cantante. Resulta sospechoso que a la mitad del tema las segundas voces estén por encima de Luismi. Es un hit para la radio, aunque sale en octubre, sirve para enaltecer el espíritu patrio, un tema digno del Vargas, pero no es un gran tema. #rayosdesol

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Always ascending

Franz Ferdinand

Al debutar, Franz Ferdinand mostró su vena bailable asentada en el rock ingenuo de los años 50. Always ascending también es para moverse, pero tiene un beat para pista de baile, parece un remix por la cantidad de sonidos de teclado y su evolución rítmica, pero tiene riffs de guitarra consistentes y la imponente voz de Alex Kapranos, que parece recrear en la letra un episodio de drogas sintéticas. Franz Ferdinand se ha permitido montarse en sonidos de moda pero con elegancia y sentido. #Bailamelacuavecita

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@WhoIsFranco

FV/I