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Visca Barça

El Desafío Independentista resultó en el sueño catalán, la independencia de la región. Sin embargo, el sueño siempre desembocó, por culpa de los seres humanos y las circunstancias en las que desarrollamos nuestro actuar, en un amargo despertar. El amanecer es frío, nublado; pero, la tormenta pasará y Cataluña vivirá como una nación independiente.

Pese a los ríos de información, no podemos dejarnos llevar por la corriente. La lectura de este discurso tiene que ser sintomática, tenemos que interpretar lo que hay detrás. El síntoma es la manifestación de la verdad, la misma que se ha intentado reprimir por una ideología de Estado. El discurso de Rajoy busca negar el núcleo de la verdad, tergiversar la información y así generar desconocimiento entre la población.

Es momento de desmitificar el tema y hablar sobre la realidad, quizá insoportable para la cúpula del gobierno Español. En materia económica Cataluña significa 19 por ciento del producto interior bruto (PIB) y 25 por ciento de las exportaciones de España, siendo que temas de población alberga a penas 16 por ciento de la población española. Sumado a lo anterior, los catalanes pagan alrededor de 18 mil 700 millones de USD, lo que equivale al presupuesto otorgado al gobierno de Madrid.

Si bien soy partidario de la solidaridad entre los pueblos, es decir, asumir prácticas que garanticen la redistribución de la riqueza, la realidad es que este argumento es insuficiente para sostener el discurso que pretende mantener a Cataluña como parte de España. El gobierno español ha fallado en su ejercicio de gobierno, ha ignorado las diferencias y generalizado las coincidencias entre regiones.  España por su composición debe apostar por la plurinacionalidad, el mosaico de las regiones obliga construir un nuevo modelo de Estado-Nación(es).

Construir una República catalana como estado independiente, soberano, democrático y social es un desafío complejo, no obstante, cuenta con las condiciones para lograrlo. La bandera, el idioma, un Parlamento y hasta un líder representativo de la región son algunos ejemplos puntuales. La creación y consolidación de instituciones sólidas y representativas son cuestión de tiempo y esfuerzo.

El reto está en las barreras que el gobierno Español construirá para impedir el éxito de los catalanes en su sueño independiente. La Unión Europea, la fuga de capital privado e incluso la Liga Española de Futbol serán cartas que se pondrán sobre la mesa. El uso de las mismas evidenciará la desesperación de Rajoy frente al problema.

Conclusión: “Si el nacionalismo de Cataluña consigue despertar con su ejemplo a las fuerzas dormidas de todos los pueblos españoles, el nacionalismo catalán habrá logrado su primera acción imperialista”, Enric Prat de la Riba.

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JJ/I