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“Soy una generadora de danza”

Esfuerzo. La bailarina admite que le ha costado más trabajo que el resto de sus compañeros desarrollarse en su disciplina, por lo que debe dar más de sí misma. (Foto: Cortesía)

Claudia Herrera se convenció muy pronto en su carrera como bailarina que para bailar las coreografías de sus sueños tendría que poner manos a la obra y hacerlos posibles ella misma. Directora de su propia compañía y del festival independiente de danza y medios electrónicos Bailar Apantalla, entiende su trabajo como gestora de una manera más artística.

Se involucra en todo. Para ella es igual de importante en la danza lo que ocurre adentro y afuera del escenario.

NTR. ¿Cómo nació tu pasión por la danza?

Claudia Herrera (CH). Nació desde muy pequeña, mi padre tenía un gran gusto por la danza, no era profesional ni nada, pero creo que me contagió su entusiasmo y su alegría al bailar. Me encantaba verlo, él me enseñaba los más curiosos pasos que te imagines y poco a poco lo tomé como algo muy serio. Ya en la adolescencia una de mis primas también estaba totalmente ilusionada con la danza, nos metimos juntas a varios talleres y clases, porque nos emocionaba muchísimo bailar. Tuvimos luego la oportunidad de formar parte del grupo de danza contemporánea de la Universidad de Guadalajara, la directora entonces vio algo en nosotras que podía formarse. Ahí estuvimos varios años hasta que el grupo se separó y nació Anzar Danza.

NTR. ¿Fue ahí donde descubriste que este era el camino que querías tomar?

CH. En Anzar aprendí muchas cosas que me formaron, no sólo artísticamente, sino también en aspectos técnicos de producción y de gestión. Era un grupo muy pequeño, entonces teníamos que hacer todo, involucrarnos en varias partes de un proceso y eso me sirvió mucho. Después de un tiempo quise formar mi propia compañía, quería poder tomar decisiones basadas en lo que yo creía, en lo que a mí me apasionaba. Así nació Crisol Danza.

NTR. ¿Cómo fue ese aprendizaje y qué viste en la danza que te hiciera seguir?

CH. Para mí la danza fue un proceso complicado de aprender, fue difícil en mi cuerpo, yo no tenía ese elemento que veía en otras de mis compañeras, que parecían moverse tan fácil. A mí me costó mucho trabajo, supongo que porque mi cuerpo no tenía las características anatómicas que el resto de mis compañeras, pero me empeñé mucho. Me siento yo misma cuando lo hago y es que la danza te da mucho. Es mi maestra de vida, sin ella quizá estaría en el manicomio, me ha permitido volcar muchas cosas y conocerme, saber acercarme a quién soy. Le debo muchísimo y le tengo mucho respeto.

NTR. ¿Qué es lo que buscas ahora en tu compañía o dentro del festival?

CH. Estamos haciendo cosas muy experimentales en cuanto a cómo abordar la danza, trabajo con coreógrafos que investigan otras ramas de la danza contemporánea, el resultante es un trabajo que ve el cuerpo desde varias herramientas de la experimentación. Estoy en esta parte de explorar estas nuevas posibilidades que nos puede dar la danza pero sobre todo de una manera muy fusionada.

NTR. Y en lo personal ¿qué retos buscas actualmente para tu carrera?

CH. Desde hace un buen rato me he enfocado sobre todo a los temas de la producción. En Guadalajara no hay quien se especialice en lo que pasa detrás del escenario, todos queremos estar arriba del escenario, todos queremos bailar, pero yo me di cuenta hace tiempo que también me apasiona la parte de la producción. Me gustó luchar por la danza desde esta otra posibilidad, desde estar buscando espacios, generando nuevos públicos, acercando a más gente a la danza, explorando en otros lugares, levantando proyectos, enamorando a la gente de lo que a nosotros nos gusta, convenciendo patrocinadores, toda esta otra cara de la producción creativa, que no te distraiga de involucrarte en los montajes. Es algo inagotable, me encanta mi trabajo.

NTR. ¿Qué es lo que te convence de seguir haciendo esto?

CH. Ser muy terca. No es nada fácil el camino de la danza, pienso que es más difícil que otra disciplina. Me levanta a diario la necesidad de aprender, de conocer, de saber cómo se hacen las cosas, en todos los sentidos, de compartir nuestro trabajo y conocer los de otros bailarines del mundo. Es la pasión que uno tiene. Yo soy una generadora de danza y creo que lo voy a hacer por toda la vida.

FV/I