El colapso de la presidencia

La semana que recién terminó quizá haya sido la más complicada hasta este momento para Donald Trump, quien aparentemente sigue siendo el único que no se ha dado cuenta que la Presidencia estadounidense está colapsando, ya que poco a poco las piezas han ido cayendo y la investigación en torno a la injerencia rusa en las elecciones de 2016 se ha acelerado en los último días y no es difícil pensar que cuando se mueva la pieza correcta todo pueda venirse abajo.

Después de que se diera a conocer que el fiscal especial que lleva este caso había presentado cargos contra algunos colaboradores de Trump, sólo era cuestión de tiempo para saber quién era el imputado; cuando se dio a conocer que se trataba de Paul Manafort, quien fuera jefe de campaña de Trump, el escándalo se hizo mayor.

Sin embargo, él no es el único que se tendrá que enfrentar a la justicia, ya que su socio Rick Gates también se encuentra bajo arraigo domiciliario y ambos son los primeros que caen gracias a la investigación del FBI que hoy los acusa de 12 cargos, incluido el lavado de dinero.

Por si esto fuera poco, se suman nuevos conflictos para el presidente, ya que no todo quedó en el arraigo domiciliario para estos dos personajes, sino que también se dio a conocer que un ex asesor de Trump en Asuntos Internacionales que había sido arrestado en julio se declaró culpable de haberle mentido al FBI acerca de sus nexos con Rusia.

Además, se suma que el jueves otro ex asesor también en Asuntos Internacionales declaró en la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes que él se había reunido con funcionarios rusos en julio de 2016, lo que fue desestimado en un tuit por el presidente Trump.

La realidad es que se necesita mucho más que un mensaje a través de una red social para responder todas las preguntas que surgen en torno a este tema, pero como siempre el presidente solamente parece dispuesto a buscar culpables y trata de desviar la atención y no hablar de manera clara sobre todo lo que está sucediendo.

Claro está que hasta hoy no se ha dado a conocer algún resultado concreto en la investigación, que involucre directamente al magante estadounidense; la mayoría de las cosas son señalamientos que no se han logrado comprobar, pero parece que sólo es cuestión de tiempo para que esto suceda, porque cada semana hay nueva información delicada que evidencia que Moscú manipuló las piezas para colocar en la silla presidencial al candidato de su elección y que en la campaña de Trump se aprovecharon muy bien de esta situación.

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JJ/I