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Grupo UdeG: buenos deseos

Octubre concluyó políticamente con buenos deseos del gobernador Jorge Aristóteles Sandoval para los priístas del Grupo Universidad integrantes del Movimiento Nacional Tecnológico Universitario (Montu), que esperan que se hagan realidad.

El pasado martes 31 el Montu celebró su multitudinaria reunión en la que su dirigente estatal, Leobardo Alcalá Padilla, rindió su informe de actividades y presentó el plan de trabajo y los retos para 2018 con la presencia del mandatario estatal, quien les despertó esperanzas electorales. Dijo:

“Seguro mi partido muy pronto los verá defendiendo los intereses de los universitarios en la próxima contienda en una boleta y atrayendo el interés de todas y todos ustedes para, unidos, seguir dando más apoyo a nuestra universidad”.

Sandoval Díaz aprovechó el evento universitario para deslizar, sin mencionar nombre, una crítica que todo mundo entendió era dirigida al alfarismo con quien se asegura que otra ala del Grupo Universidad, encabezada por su líder Raúl Padilla López, ha concretado acuerdos con fines político-electorales que cada vez son más evidentes y demuestran que el destierro del padillismo que el alcalde de Guadalajara hizo cuando gobernaba Tlajomulco es cosa del pasado.

Señaló que no se debe “permitir el paso a los que sólo piensan en ellos”, a quienes “creen que solos van a cambiar” las cosas en el estado, y a quienes concluyen que están en su contra si los demás no coinciden con sus ideas.

En este sentido, y ante las palabras del primer priísta del estado, las preguntas obligadas son: ¿Trinidad Padilla López será candidato del PRI a la presidencia municipal de Guadalajara? ¿Jaime Prieto será el elegido para contender por la alcaldía de Zapopan? ¿Acaso Leobardo Alcalá volverá a ser candidato a una diputación federal o estatal? Al menos esas son las aspiraciones que ellos han confesado tener.

Sin embargo, no existen señales de que Padilla y Prieto puedan ser candidatos a alcaldes de Guadalajara y Zapopan, porque simplemente para muchos priístas eso sería –textualmente así lo dicen– “entregarle ambos municipios al Grupo Universidad”. En cambio no es descartable que tanto Padilla como Prieto vuelvan a ser prospectos para una diputación, aunque aún cargan con el peso de la derrota pasada.

Pero, ¿de veras hay posibilidades reales de ver a los tres universitarios arriba mencionados –y algunos más– en la boleta electoral representando al PRI como candidatos? ¿No fueron una mera cortesía las palabras del gobernador? ¿Padilla, Alcalá y Prieto tienen con qué imponerse internamente a otros aspirantes y la fuerza electoral para triunfar en los distritos por los que pudieran contender? Ya en una ocasión lo lograron, pero también en otra fueron derrotados con toda y la presunta fuerza del Grupo Universidad.

Para este escenario valga recordar que Leobardo Alcalá y el grupo llevan dos descalabros internos, aunque uno de ellos podemos dejarlo en presunto. Primero, cuando buscó la dirigencia estatal del partido que ganó el hoy presidente Héctor Pizano Ramos, y luego cuando se daba como un hecho que relevaría al senador Jesús Casillas al frente de la CNOP, el sector popular priísta. Ni una cosa ni la otra.

Quizás por eso el propio Leobardo, en su discurso, pidió que su partido abra las puertas para las diversas expresiones internas, en una clara alusión a la que él encabeza en el estado y seguramente a los dos frustrados intentos que hizo por lograr un cargo.

Por el momento, no hay una explicación que pudiera redituarle en espacios, o sea, candidaturas, dentro del PRI, a los integrantes de un grupo que se asegura hizo amarres con los adversarios a los que anteriormente combatieron. Pero todo puede pasar, y los buenos deseos de Aristóteles Sandoval pueden ser realidad. Al tiempo.

ES TODO, nos leeremos ENTRE SEMANA.

JJ/I