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Victoria demócrata

El martes se llevaron a cabo elecciones en Estados Unidos; los ciudadanos votaron para elegir tanto a los gobernadores de Nueva Jersey y de Virginia, como para diversos cargos municipales y los resultados han sido una derrota contundente para el gobierno del presidente Donald Trump.

Los demócratas fueron quienes se llevaron la mayoría de las victorias, lo que de alguna forma se puede interpretar como un absoluto rechazo para las políticas del presidente estadounidense, quien aun cuando antes de las elecciones hizo una gran campaña a favor del candidato a gobernador de Virginia, Ed Gillespie, en cuanto supo que los resultados  no le favorecían a su partido, quiso marcar una distancia con el candidato. A través de un tuit, Trump, declaró que “Gillespie trabajó duro, pero no me representaba a mí o a aquello que yo defiendo”.

Sin embargo el golpe ya estaba dado, y este tuit se interpretó como una absurda respuesta de quien se niega a considerar la posibilidad de que el país no se sienta contento con el desempeño del gobierno actual.

Los resultados parecen ser una bocanada de aire fresco para los demócratas quienes poco a poco comienzan a recuperar los puestos que perdieron en las elecciones de 2017, ya que incluso obtienen la mayoría en la Cámara Baja de Virginia, y además recuperan el control en el Senado del estado de Washington, lo que en general es un duro revés para el partido del presidente.

Así que los republicanos hoy tienen que comenzar a analizar qué es lo que deben de hacer para evitar perder lo conseguido en las pasadas elecciones, ya que a decir de muchos analistas políticos, el partido demócrata está sabiendo aprovechar la buena racha, así como a  tomar ventaja gracias a los errores del gobierno actual, por lo que quizá los republicanos de alguna manera deban de mantener cierta distancia con el gobierno actual sobre todo si se toma en cuenta que hoy por hoy, éste se encuentra en medio de un grave conflicto por el tema de la injerencia rusa en las elecciones y la posible complicidad del equipo de Trump en esto.

Pero lo que finalmente es una realidad es que  en la democracia estadounidense no existen certezas y de un día para el otro la balanza cambia de lado y el triunfo pasa de un partido al otro.

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JJ/I