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Cierre de medios y despidos masivos afectan prensa en Argentina

(Foto: Especial)

La prensa argentina enfrenta una profunda crisis marcada por el cierre de medios, el despido de casi tres mil trabajadores en menos de dos años, la precarización y el predominio de periodistas oficialistas en los medios masivos que son favorecidos por la publicidad oficial.

El Foro de Periodismo Argentino (Fopea) reportó casi mil 500 despidos de trabajadores de prensa en 2016, pero según el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba) fueron más de dos mil.

Ambas organizaciones coinciden en que este año la cifra de despedidos en los medios de comunicación ya se acerca a los tres mil, por lo que un grupo de trabajadores protestó esta semana y exigió en el Congreso que se declare la emergencia laboral en el sector.

Uno de los casos más recientes es el de la agencia Diarios y Noticias (DyN), fundada hace 35 años, que cerró la semana pasada por decisión de sus principales accionistas, entre los que se encuentran los diarios Clarín y La Nación, lo que dejó en la calle a más de 100 trabajadores.

La prensa argentina comenzó a reconfigurarse a partir de diciembre de 2015, ya que la llegada de Mauricio Macri a la presidencia afectó a medios que en los anteriores gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández eran sostenidos, en gran parte, con recursos estatales que la nueva administración dejó de repartir.

Sin embargo, el mayor número de pérdida de fuentes de empleo se registra en el Grupo Clarín, el multimedios más importante del país que fue opositor durante el kirchnerismo y que ahora es oficialista con el macrismo.

Según Fopea, 180 trabajadores de Clarín perdieron sus puestos de trabajo el año pasado, lo que representó la cifra más alta que ningún otro medio, mientras que 2017 lo inició con el cierre de una planta de impresión que dejó a 380 personas más sin trabajo.

A ello se suman las presiones para que trabajadores aceptaran retiros voluntarios, lo que ha ocurrido de manera paulatina durante estos meses, al igual que en otros medios de comunicación.

En redacciones de diarios impresos y portales, radio y televisión, están en alerta permanente por el temor a despidos como el que sufrió la víspera Víctor Hugo Morales, uno de los pocos periodistas opositores al macrismo que todavía conducía un noticiero televisivo.

La señal forma parte de Grupo Indalo que era propiedad por Cristóbal López, empresario afín al kirchnerismo que hoy está envuelto en varias causas judiciales y que, en un negocio aun no esclarecido, vendió el multimedios.

Con la salida de Morales, se fortalece el periodismo militante macrista que ejercen decenas de periodistas que antes criticaron el periodismo militante kirchnerista, ya que en las radios, diarios y canales más influyentes destacan locutores y analistas que defienden al gobierno.

En los últimos dos años, los “cacerolazos”, paros repentinos y la quita de firmas han sido frecuentes en los medios argentinos, así como las protestas en las calles por situaciones anómalas como los cobros salariales en cuotas, en una crisis que todavía no tiene fin.

EH