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Proyecto Habitarte revitaliza los barrios de Colombia


El Consuelo, un pequeño barrio popular que está sobre los imponentes cerros orientales de Bogotá, busca la transformación de su tejido social a través de grandes y pequeños murales que convierten el espacio de este sector en una verdadera obra de arte al aire libre.

El macro mural del barrio El Consuelo, que sus propios habitantes lo bautizaron como Los colores en el viento, reúne elementos de cambio para esta comunidad, marcada en su día a día por el fuerte viento que sopla en las laderas de los cerros orientales, que son el principal “pulmón verde” de la capital colombiana.

Con los colores del viento, la comunidad de El Consuelo cada día se revitaliza y se transforma de la mano de sus propios líderes sociales que cuentan con el apoyo de la alcaldía de Bogotá.

Las 600 casas con sus respectivas familias pusieron sus fachadas a la disposición del arte lleno de colores vivos como un primer paso para iniciar una transformación profunda de su tejido social que ya es una referencia en la ciudad para disminuir la inseguridad, el consumo de droga y aumentar el autoestima de la comunidad en su conjunto.

El líder de la comunidad, Mauricio Cárdenas, explicó a Notimex que un grupo de artistas llegó al barrio invitado por el proyecto Habitarte de la alcaldía de Bogotá, y presentaron varias propuestas de colores.

“A la comunidad nos presentaron varias propuestas de colores y nos llamó la atención el mandarina tropical, mora cítrica y azul oceánico. Nos pareció que esta combinación de colores vivos nos daba la idea de un nuevo resurgir de la comunidad. Es vivencia, demuestran libertad y unión de la gente”, contó Cárdenas.

Con este proyecto de Habitarte el nivel de seguridad mejoró en el barrio, se empezó a reducir el consumo de droga entre la juventud, que tiene opciones de aprender nuevos oficios con los talleres que organiza la alcaldía junto a los líderes comunitarios.

“Queremos cambiar y ser una comunidad emprendedora”, sostuvo Cárdenas quien junto con Stella Cante lidera el proyecto de transformar comunidades a través del arte y sus colores.

Para la señora Cante, el “proyecto transformó nuestras casas y nuestros corazones. Los niños han participado conmigo día y noche, llueve y relampaguee. Siempre están conmigo. Aquí tratamos de cambiar sus corazoncitos y nos ha dejado mucha alegría”.

La iniciativa de Habitarte, anotó Cante, “nos dio calidad humana y nos enseñaron a soñar. Despertaron los sueños que teníamos y nos enseñaron a que si podemos cambiar así como nos cambiaron los colores. Ver la alegría de los niños es lo más importante porque ellos son nuestro futuro (…) Gracias a los colores nos vemos más unidos”.

Habitarte es uno de los programas de la alcaldía de Enrique Peñalosa, que busca apropiar y mejorar “el entorno en los barrios más vulnerables de la ciudad. Ya son 45 mil las fachadas que esta administración ha intervenido. ¡Y vamos por más!”, sostuvo el secretario de Hábitat, Guillermo Herrera.

Este proyecto es una estrategia integral de desarrollo urbano que está dirigido “a la rehabilitación espacial, a la ampliación de las capacidades de los ciudadanos y al fortalecimiento del tejido social de las comunidades que habitan los barrios de origen informal”.

La estrategia “se plantea como una alianza público privada (APP) gestionada por la Secretaría Distrital de Hábitat con apoyo de la Fundación Orbis de Pintuco. No se trata sólo de pintura de fachadas, es también generar sentimientos de apropiación y orgullo en los habitantes de los barrios que acuden a talleres para aportar a procesos de desarrollo con toda la oferta pública del Distrito”, comentó el funcionario.

La transformación física de los barrios “se logra por medio de la pintura de fachadas de las casas, en algunos casos con intervenciones de arte urbano responsable y siempre con la participación de la comunidad”.

La transformación Comunitaria y crear la cultura de Buenos Vecinos no sólo pintando fachadas, sino que los ciudadanos puedan “interactuar entre sí, rompiendo las barreras de la estigmatización, es decir que quienes antes eran apáticos y escasamente se saludaban, ahora llegan a acuerdos sobre el color de sus casas, sobre actividades comunitarias y se empoderan para formular proyectos productivos”.

Los cambios en la vida productiva de la comunidad tienen como objetivo “mejorar la calidad de vida de los habitantes de los barrios con los cursos de formación de estuco y pintura, alturas, belleza y manipulación de alimentos, así como los talleres para la promoción de negocios productivos”.

De la misma forma, en el marco del proyecto se apoyan iniciativas de emprendimiento con asesorías en aspectos como la administración y gestión de proyectos productivos.

A la fecha mil 44 ciudadanos, que habitan barrios de origen informal, han ampliado sus posibilidades y enriquecido su capital humano gracias a la estrategia Habitarte.

La transformación para la inclusión es un logro fundamental de la estrategia porque con ella se pretende “transformar la percepción que los ciudadanos tienen sobre su entorno y sobre sus propias capacidades”.

Los logros colectivos que “se consiguen a través del trabajo colaborativo se convierten en motivo de orgullo que trasciende las fronteras de los barrios. De esta forma, se construyen verdaderos puentes de inclusión entre la ciudad informal y la formal”.

600 casas de El Consuelo fueron intervenidas

45 mil fachadas se han renovado en el programa Habitarte

Mil 44 ciudadanos han cambiado su vida con esta iniciativa

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“Despertaron los sueños que teníamos y nos enseñaron a que si podemos cambiar así como nos cambiaron los colores. Ver la alegría de los niños es lo más importante porque ellos son nuestro futuro (…) Gracias a los colores nos vemos más unidos”
Stella Cante, coordinadora

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