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Amnistía no aplica en México

El tema dominante de los últimos días ha sido la controvertida propuesta de AMLO de ofrecer amnistía a los líderes del crimen organizado vinculado al narcotráfico para garantizar la paz.

A esta propuesta se sumó la declaración en Twitter de Ricardo Monreal afirmando que la política de amnistía a criminales ya ha sido seguida en países como Colombia, Italia y Estados Unidos.

Me puse a investigar sobre algunos ejemplos donde se haya aplicado la amnistía para entender si realmente son extrapolables a la situación en México y cuáles fueron los resultados de su aplicación. Dos me parecieron interesantes: el de Colombia, que es más reciente, y el de Irlanda del Norte, a finales de los 90.

Mientras leía sobre ellos me propuse responder a dos preguntas: ¿la situación era similar a la de México? Y ¿tuvieron éxito para iniciar un proceso de paz?

Respecto a la primera pregunta, ninguno de los dos casos es realmente similar a México por dos razones. Primero, tanto en Colombia como en Irlanda del Norte se puede identificar un grupo coherente que combate por conseguir un objetivo concreto. Los primeros luchan por un ideal de izquierda marxista-leninista (aunque luego contaminado por intereses del narcotráfico) y los segundos por la unificación de Irlanda frente a la autoridad británica. En el caso de los cárteles de narcotráfico en México no hay un grupo combatiente concreto, sino un puñado de grupos con intereses enfrentados y el único objetivo de la violencia es defender el territorio en el que se lleva a cabo la actividad criminal.

Segundo, tanto en Colombia como en Irlanda del Norte el esquema de amnistía cuidó que no quedaran impunes crímenes graves como secuestros, terrorismo, masacres o narcotráfico para lucro personal. Es muy delicado determinar en términos de justicia qué actos que normalmente serían criminales pueden ser amnistiados en el marco de un conflicto armado.

En el caso de México el problema es que prácticamente todos los actos a evaluar entrarían en la categoría de graves. No estamos hablando de un guerrillero colombiano de las FARC que quiere instaurar un nuevo régimen o un combatiente de la IRA que quiere unificar Irlanda… estamos hablando de narcos que sólo buscan defender y hacer crecer el negocio de producir y traficar drogas.

Respecto a la segunda pregunta, sobre el éxito. Después de analizar el recorrido posterior de ambas iniciativas de amnistía, los resultados han sido agridulces. Por un lado, sí hay un proceso claro de desarme en ambos casos y una reducción de violencia, pero por otro, las heridas sociales no han quedado totalmente sanadas. En Irlanda del Norte el acuerdo del Viernes Santo que contenía la propuesta de amnistía se firmó en 1998 pero todavía en 2015 seguía habiendo controversias de casos de terroristas que fueron perdonados a pesar de haber matado personas en bombazos.

En Colombia se perdió primero el referéndum que buscaba conceder la amnistía a las FARC y luego el gobierno lo modificó y lo pasó fast track, dejando a una sociedad muy dividida y la posibilidad de que los líderes guerrilleros se presenten como candidatos a las elecciones del próximo año.

En resumen, el caso en México no es similar a otros donde se aplicó la amnistía, y aún si se aplicara no hay garantía de que sanen las heridas sociales generadas por la violencia… porque es fácil confundir el perdón con la justificación de los crímenes cometidos.

En México la respuesta al problema tiene tres palabras: estado de derecho.

Es decir, “un sistema en el que tanto el gobierno como los individuos son responsables ante la ley; las leyes son claras, estables, justas y protegen los derechos fundamentales; el proceso por el que las leyes son promulgadas, administradas y ejecutadas es accesible y eficiente; y la justicia se imparte por representantes neutrales, competentes, éticos e independientes con suficientes recursos”.

No hay crimen organizado sin un sistema corrupto que les permita operar. Orientemos la creatividad en política pública a limpiar el sistema de justicia y a poner castigos ejemplares a la corrupción.

@ortegarance

JJ/I