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Alto rendimiento académico

Hace unos días declararon que “la UdeG vuelve a ser la institución de educación superior pública del país con más licenciaturas reconocidas en el Padrón de Alto Rendimiento”, como lo mencionó el rector general de la misma, Tonatiuh Bravo Padilla.

Pero nos da la impresión de ser es algo así como candil de la calle y oscuridad de su casa, ya que hay rezago de titulación o escenarios académicos no concluidos con sus mismos profesores y situaciones diversas de quehaceres profesionales por parte de los docentes; un buen discurso.

Por ejemplo, en el caso de la Cultura Física y Deportes (CFD) tenemos egresados que ejecutan trabajos de bibliotecarios, encargados de almacén, y alguna vez uno que otro en el área de mantenimiento, específicamente en el área de limpieza. Por supuesto que son trabajos dignos, pero sobre todo con perfiles de gran responsabilidad. Pero hasta aquí todo va bien relativamente. La verdadera situación es cuando tenemos docentes con su carrera trunca y/o que simplemente no se han titulado.

Aquí es donde la UdeG puede hacer mucho por su personal docente, administrativo o de servicio, ayudándoles a que brinquen a la siguiente categoría, dándoles condiciones para que se titulen; crear un programa que intente asegurar su futuro formal y académico. A veces lo laboral es secundario, están relativamente cómodos dónde producen. Esto le viene bien a la universidad, al trabajador, a su familia, pero sobre todo al ecosistema académico que nos mueve.

Tenemos todo para desarrollar proyectos especiales, pero no se destina ningún programa para dichos grupos, que posiblemente sólo necesiten un pequeño empujón para poder saltar un poquito, sólo un poco; pero principalmente ayudarles a cumplimentar un ciclo de vida, porque después de los 40 años de edad, cero oportunidades al interior.

Y en el espacio de la CFD podemos desarrollar un proyecto con la misma Universidad Virtual de la UdeG en dicha área, para que en un periodo corto posiblemente tengamos el 100 por ciento de titulados docentes y no docentes en dicha burbuja; ya no hablemos de maestros y/o doctorados, simplemente licenciados, y que de hecho estos saben mucho más que los mismos del “alto rendimiento académico”, que por lo general es muy cuestionable su statu quo.

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JJ/I