Vuelven las madres a la cartelera

Regalos, árboles, cena y una Navidad perfecta tienen agobiada a un trío de mamás que dejarán de lado las tradiciones, “patearán el trasero decembrino” y vivirán las fiestas a su modo.

La Navidad de las madres rebeldes es la secuela donde las tres inseparables amigas Amy (Mila Kunis), Carla (Kathryn Hahn) y Kiki (Kristen Bell) vuelven a hacer de las suyas.

Pero las cosas no salen como ellas esperaban cuando, sin previo aviso, aparecen en sus casas la madre de cada una de ellas con el único objetivo de arruinar sus planes. Ahora las tres amigas tienen que idear la manera de mantener la calma y sobrevivir a las costumbres e ideas que sus tremendas madres quieren traer a sus vidas.

En esta ocasión se incorporan al elenco las veteranas Christine Baranski, Cheryl Hines y Susan Sarandon, esta última aseguró en una reciente entrevista estar muy contenta con el resultado final de la película, pues es su primera vez en una cinta de comedia.

Dice que al presentársele el papel de la mamá de Carla (Kathryn Hahn) no dudó en aceptarlo, mucho menos al saber del regreso de los directores Jon Lucas y Scott Moore conocidos por sus filmes cómicos como la exitosa trilogía ¿Qué pasó ayer?

Sarandon fue invitada por Kathryn Hahn para participar en la sátira y le interesó ampliar la variedad de géneros en su carrera para no encasillarse en cintas dramáticas, además de tener una apuesta por lo seguro debido al triunfo de la primera cinta.

“Me encanta el concepto de la película, siempre he creído que una madre muchas veces se olvida de sí misma, siempre tiene la presión en los hombros, desgasta toda su energía en los demás. De verdad tienen a cuestas toda la responsabilidad del hogar”, aseguró Sarandon.

“Creo que cuando intentas ser un buen padre a veces es difícil recordar divertirte. A menudo, cuesta perdonarse a uno mismo cuando las cosas no resultan del modo que esperabas. A medida que maduras, vas poniendo las cosas en su sitio. Siempre les digo a las mamás primerizas que se relajen, porque todo pasa muy rápido”.

La primera parte, El club de las madres rebeldes, debe su gran éxito a la empatía que sintieron varias madres que pasan por las situaciones similares presentadas en pantalla y cómo los hombres se muestran distantes en la cuestión de la crianza de los hijos.

Mila aceptó que es una mamá más tranquila, que goza a sus hijos Wyatt y Dimitri, y que incluso los ha dejado tomar vino casi desde que nacieron. Pero ojo, esto lo cada viernes como un ritual judío: “En nuestra casa celebramos el sabbat por todo lo alto. En la noche del viernes, todos tenemos que tomar un sorbito de vino, y la verdad es que mi hija lleva haciéndolo casi desde que nació. Los viernes por la mañana se levanta emocionada y yo le digo: ‘Ya es viernes’. Y ella me contesta: ‘Puedo beber vino’”.

También Bell relató que sus hijos, si bien no beben vino, sí toman cerveza sin alcohol desde pequeños.

“Mis hijos beben O’Douls porque mi marido no toma alcohol”, indicó, agregando que “cuando tuvimos a nuestro primer bebé, solíamos llevárnoslo de paseo, sólo por salir de casa. Mi marido llevaba al bebé en la cuna. Entonces abría una O'Doul's y empezó a enganchar la botella con sólo cinco meses”.

Cinta femenina

Para los críticos internacionales, algo aplaudible de La Navidad de las madres rebeldes es que fue escrita por y para mujeres, donde la originalidad y la destreza se palpan.

De nuevo los guionistas y directores Jon Lucas y Scott Moore tuvieron la tarea de continuar el éxito de la primera, dando vida a una mayor cantidad de personajes y en un entorno navideño, y manteniendo una perspectiva femenina.

Aunque la película no posee en primera instancia una premisa precisamente original, tiene el potencial de ofrecer una perspectiva distinta a una época donde la familia se vuelve el centro de toda conversación y eso se convierte en conflictos y enfrentamientos. Lizeth Villegas

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“Me encanta el concepto de la película, siempre he creído que una madre muchas veces se olvida de sí misma”
Susan Sarandon, actriz

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