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Fuegos, infiernos y diablos

Novedad. Fuego 20, de Ana García Bergua, el cruce de dos historias que se encuentran acaso por el deseo, acaso por la búsqueda infatigable. (Foto: Especial)

Hay libros cuyos títulos no prometen nada, y la contraportada, ese breve y a veces engañoso resumen tampoco aporta mucho. Entonces compras el libro por muchas otras razones, aún con escepticismo, pero luego de comenzar a leerlo, por más pretensiones que puedas estar buscando en la literatura, te atrapa, tiene un tono de hipnotismo que no puedes soltar.

Esto sucede al comenzar a leer Fuego 20 de Ana García Bergua, publicado recientemente por la editorial ERA y una de las novedades presentadas en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Pasarán 30 minutos y no habrá dejado de darle vueltas a las páginas, leyendo rápidamente un capítulo y otro, viendo muy de cerca y desarrollando una intimidad inusual rápida con la historia.

Conocerá a una chica citadina Saturnina y a su amado tío Rafa, un piloto aviador, aparentemente perfecto para todos quienes se relacionaban con él; viajará un poco entre la ternura y la risa con Arturo, un joven originario de Veracruz que se ha mudado a la gran ciudad y que, amante de los libros y la cultura y desertor de la medicina clínica, todavía anda en busca de sí mismo y de los gustos que tiene.

Dos eventos marcan el principio de la novela y el final de las vidas de sus personajes como las conocían, a Saturnina se le muere Rafa y Arturo presencia, frente a sus narices, el incendio de la Cineteca Nacional.

La autora comentó en entrevista que la Cineteca era un tema que ya quería abordar, sobre todo para dejarlo ir. Ella misma trabajaba en el recinto poco antes del incendio y la poca claridad respecto a lo ocurrido era algo que seguía rondando en su cabeza durante años. Digamos que aquí abordó el tema para darle santa sepultura a la inquietud de que algo no anda bien, sobre todo cuando sabes que quizá nunca vaya a resolverse.

Pero a Saturnina, y luego a su alter ego, la muy sofisticada Ángela Miranda, García Bergua las usó para llevar a cabo un proyecto mucho más ambicioso, que ya tenía años intentando explorar, el de escribir su versión del Fausto. Saturnina va dando tumbos cuestionándose  sobre la ambición y en qué le pasa a uno cuando deja de tener ambición y debe vivir amarrado por lo que la vida de la clase media baja tiene para ofrecer, cuando se ha acabado el lujo ¿a qué tiene que aspirar?

Las dos historias al principio se desarrollan como dos caminos fragmentados, unidos quizá sólo por las metáforas del fuego, Fuego 20 es la casa donde Ángela Miranda aparece en el cuerpo de Saturnina por primera vez, y es el fuego que desaparece la Cineteca, el que detona un fuego interior. Pero también está muy presente el infierno.

Es sobre todo en los últimos capítulos donde la historia comienza a estirarse, los personajes literalmente comienzan a ocupar el lugar de los otros y el demonio, el diablo o cualquiera de las figuras que uno quiera relacionar a través de Felipe Modeoni. Comienza a tragarse las dos historias, a incorporarlas como uno más de los sucesos que son posibles en la Ciudad de México, uno de los escenarios favoritos en los libros y relatos de García Bergua. Pero aquí era todavía el Distrito Federal, pues las dos historias están ambientadas en los años 80.

A pesar de la rapidez con la que se precipita la autora hacia el final en la segunda mitad del libro, en que no da tiempo al lector apenas de respirar, logra confrontar las expectativas de quienes todavía se preguntan si es posible todo lo que estamos leyendo.

Hay fantasmas, fantasmas muy vívidos que van a darle a los personajes una probada del infierno y a veces también del purgatorio. Aparecen y desaparecen por las calles y las casas; hacen preguntas y pueden ver más allá de las apariencias.

Sobre todo en estos últimos capítulos ocurre algo similar al miedo y a la expectativa. Por supuesto que Felipe Modeoni no saldrá del libro, no le cobrará nada al lector, como el alma por ejemplo, pero si lee en la noche, a solas, seguro le darán muchas ganas de prender la luz.

Tableros bélicos

Buenos Aires en la Segunda guerra

El que mueve las piezas, el más reciente trabajo de Ariel Magnus que publica con Tusquets, ha sido descrita como novela bélica, lúdica, documental, familiar y de espionaje. La trama está basada en una proposición atrevida, que la Segunda Guerra Mundial empieza en Buenos Aires, el protagonista no es otro que el abuelo del autor: Heinz Magnus, un emigrado alemán que ha llegado a Buenos Aires al huir de los nazis. Corre el año 1939. El teatro Politeama se ha convertido en el epicentro del mundo: bajo la apariencia de un torneo internacional de ajedrez, el destino de la humanidad parece latir en cada partida. Como un ilusionista de las palabras y las intrigas, Ariel Magnus escribe a cuatro manos con un abuelo a quien no conoció, lo hace vivir un romance con la campeona de ajedrez Sonia Graf y convivir con Natalio Botana y Ezequiel Martínez Estrada, entre otros varios personajes de la época.

Hipnosis

Víctimas de sonambulismo

El ejército de los sonámbulos fue escrito por Wu Ming, el nuevo seudónimo para un colectivo de escritores italianos que publica libros de forma anónima. Esta propuesta, publicada por Anagrama, está situada en París, en enero de 1793. El rey Luis XVI está a punto de ser guillotinado y la ciudad bulle entre el entusiasmo de los partidarios del nuevo orden y las conspiraciones de los monárquicos.

Orphée D'Amblanc es un peculiar médico que en plena Revolución pone en práctica las enseñanzas de su maestro Mesmer, padre de la hipnosis moderna; Marie Nozière lucha por sacar adelante a su hijo y sueña con una vida nueva en la que haya igualdad entre los sexos; Leonida Modonesi es un actor italiano admirador de Goldoni, quien ha llegado a la capital con el propósito de localizar a su ya anciano ídolo y acabará disfrazándose de Scaramouche y actuando entre el teatro y la vida real.

Surgen rumores de un creciente número de inexplicables casos de sonambulismo, víctimas de un extraño mal que les aniquila la conciencia. D'Amblanc recibirá el encargo de investigar qué hay de cierto en esos rumores, porque se sospecha que los contrarrevolucionarios monárquicos pueden estar creando un ejército de sonámbulos.

Biografía

Vida de Modigliani al español

Dicen que Modigliani no se parece nada más que a sí mismo. Que por eso muchos lo han querido imitar hasta el cansancio. “Voy a contar como testigo la apasionada vida de Amedeo Modigliani, artista angustiado que combatió la desgracia con toda su innata nobleza; la apasionada vida de Modigliani, cuyo destino se cumplió en Francia y que en su miserable lecho de muerte susurró: ‘Cara Italia’”, inicia el libro La apasionada vida de Modigliani, que la editorial Acantilado tradujo al español recientemente. Cuenta la historia de un artista genial que llegó a París desde la lejana y luminosa ciudad toscana de Livorno y vivió con intensidad. Consumió su vida entregándose con el mismo frenesí a la creación artística y al amor, como si confiara en desafiar a la muerte haciendo que cada instante valiera el doble. El poeta y crítico de arte André Salmon, amigo y compañero de Modigliani, recuerda al pintor en este libro, en el que, como si de una novela se tratara, pinta un magnífico fresco de la extravagante y tumultuosa vida en París a principios del siglo 20.

FV/I