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Dilucidan efectos terapéuticos de la música

(Foto: Especial)

El violinista ofrece su agradable melodía mientras bailarines alegran los pasillos de un hospital, donde los pacientes alzan la mirada, entre sorprendidos y encantados. En un piso superior, un violoncelista toca una canción folclórica irlandesa para deleite de un paciente que se encuentra en cuidados intensivos.

La música cada vez más se está convirtiendo en parte del cuidado médico, aunque siguen siendo poco comunes las escenas como la del Hospital Universitario MedStar en Georgetown, en que trovadores van de pabellón en pabellón alegrando a los enfermos.

"La música los lleva a otro lugar, aunque sea por unos minutos, un lugar donde no tienen que estar pensando en su situación”, dijo la violoncelista Martha Vance tras tocar música para un paciente aislado debido a una infección.

El reto es cómo usar la música para lograr más que un alivio temporal a una persona enferma. Hoy en día, los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés) están convocando a músicos, terapeutas y neurólogos para indagar en los circuitos del cerebro y tratar de averiguar qué efectos terapéuticos tiene la música sobre el organismo.

“El cerebro es a veces capaz de compensar por otros desperfectos usando la música como medio de comunicación”, dijo Francis Collins, director de los institutos de salud y quien también es guitarrista.

A fin de lograr ese efecto terapéutico, “sería excelente averiguar qué partes del cerebro han quedado intactas y pueden responder a la música, es decir, saber cuáles son las partes del cerebro que entran en acción en caso de necesidad”, expresó Collins.

No es nuevo

No es un área totalmente nueva. Se sabe por ejemplo que tocar un instrumento, desarrolla la capacidad auditiva e impulsa destrezas como la lectura y otras áreas de aprendizaje. Algunos sobrevivientes de infartos pueden cantar aunque no pueden hablar, y algunas víctimas del mal de Parkinson pueden caminar mejor si lo hacen con acompañamiento musical.

Pero lo que falta es un riguroso conocimiento científico de cómo el cerebro procesa la música cuando la percibe, y cómo escuchar o crear música ayuda a la salud, y los NIH están ahora comenzando a financiar ese tipo de experimentos.

Un día reciente la conocida soprano Renee Fleming comenzó a cantar desde la cámara de resonancia magnética de un centro médico adscrito a los NIH.

La estrella de ópera estuvo dos horas en la máquina en un intento por ayudar a los expertos a dilucidar qué sectores del cerebro entran en acción en medio de una actividad musical. El experimento fue simple: primero, Fleming recitó la letra de una canción, hablada. Luego la cantó. Y tercero, se imaginó en cómo la estaba cantando.

"Estamos tratando de mejorar nuestro entendimiento del cerebro, no sólo para poder aprender más sobre las enfermedades psiquiátricas, o sobre las enfermedades y las heridas, sino también para ver qué ocurre cuando un cerebro funciona bien, qué ocurre cuando está funcionando a un alto nivel", dijo el investigador de los NIH David Jangraw, quien le reveló los datos reflejados en la resonancia magnética.

Apoyo musical

  • Tocar un instrumento desarrolla la capacidad auditiva e impulsa destrezas como la lectura y otras áreas de aprendizaje
  • Algunos sobrevivientes de infartos pueden cantar aunque no pueden hablar
  • Algunas víctimas del mal de Parkinson pueden caminar mejor si lo hacen con acompañamiento musical

Relajarse en momentos de estrés

Los peores horarios para manejar los 24 y 25 de diciembre son de las 14:00 a las 16:00 horas, situación que puede convertir los trayectos citadinos en una pesadilla, por lo que la música podría ser una opción para aminorar el estrés que genera estar en el tránsito, informó Waze.

De acuerdo con la aplicación de tráfico y navegación, la música tiene efectos positivos para las personas, incluso algunos la consideran como un medio ideal para brindar terapias. Lo cierto es que los trayectos mientras se conduce siempre serán mejores si se acompañan con la lista de canciones favoritas.

Por ello, Waze se asoció con Spotify para que todos los usuarios puedan escuchar sus listas de reproducción sin la necesidad de cambiar entre aplicaciones y pantallas.

Gracias a esta integración, los conductores podrán olvidarse de lo incómodo que resulta cambiar de aplicaciones, toda vez que la plataforma y Spotify podrán combinar en una sola pantalla la información más fiable de tráfico en tiempo real con las mejores listas de reproducción.

El cerebro de los músicos procesa mejor el habla

Investigadores de la Universidad McGill de Montreal (Canadá) han confirmado el beneficio potencial de la formación musical en el procesamiento del habla. Hasta ahora, los mecanismos cerebrales que respaldan estas posibles ventajas no estaban claros.

Yi Du y Robert Zatorre, del Instituto Neurológico de Montreal, utilizaron la resonancia magnética funcional para examinar las diferencias en la percepción del habla entre los profesionales de la música y el resto de personas.

Durante la exploración de la muestra –formada por 15 músicos y 15 no músicos entre 21 y 22 años– se identificaron varios sonidos de sílabas con una relación señal/ruido (SNR, la proporción entre la potencia de la señal que se transmite y la potencia del ruido que la corrompe) que oscilaba entre -12 y 8 decibelios.

Mientras que los dos grupos reaccionaron igual en una condición de ‘ausencia de ruido’, los músicos superaron a los no músicos al identificar correctamente las sílabas en todas las demás SNR, especialmente en las situaciones más ruidosas. Según los científicos, dicha habilidad se asoció con una activación mejorada de las regiones auditivas inferior izquierda y frontal derecha del cerebro de los profesionales. Agencia ID

Arte para reparar el cerebro dañado

Sonido, luces, formas, interacción y movimiento son las herramientas que utiliza Elements, una obra artística digital diseñada para la rehabilitación de personas con lesiones cerebrales, y que cuenta con una gran aceptación entre los pacientes. Ciencia y arte confluyen para crear una estética única y mejorar la salud.

En el Festival de Melbourne (Australia) concurren la danza, el teatro, la música, el circo y las artes visuales. Allí en 2014 tuvo lugar una actuación muy especial. Los artistas sonoros Jolt Arts, Chelsea Backman y Kathryn Sheppard, del grupo The Amplified Elephants, todos ellos con alguna discapacidad intelectual, después de ensayar varias semanas presentaban una de las obras de These Compusive Behaviours, un proyecto orquestal del compositor australiano James Hullick en el que el solista, en este caso, era la mesa RESONANCE.

“Los artistas colaboraban entre ellos usando la mesa frente al público y se invitó a la audiencia a participar en la pieza. Al mover los objetos sobre el tablero se crean diferentes colores y sonidos según la forma del instrumento”, contaba a Sinc durante una visita a Barcelona su creador, Jonathan Duckworth, director del laboratorio CiArt de la Universidad RMIT de Melbourne, que personalizó la mesa para la representación musical. SINC

JJ/I