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Rezagos (actualización)

Hace un año y medio escribí aquí sobre seis entidades relacionados con el libro y la lectura que son parte del patrimonio cultural de otras ciudades mexicanas, pero que en nuestra orgullosa y bragada capital de Jalisco ni siquiera son una ilusión.

Casa Universitaria del Libro. Si la Universidad de Guadalajara (UdeG) ha reconciliado su pasado y remonta sus orígenes hasta 1792 –aunque “la real y literaria” haya sido opuesta a los postulados de la fundación de 1925–, no se ha interesado por el legado que dio la imprenta, que llegó el mismo año y por gestiones de fray Antonio Alcalde, promotor de ambas causas. Acaban de develar una estatua del Fraile de la Calavera, pero no se vislumbra ni tantito que haya una casa para honrar el libro y su devenir.

Librería Universitaria. Se inauguró en la pasada Feria Internacional del Libro (FIL) el cascarón de lo que será la librería de la UdeG en la planta baja de la Biblioteca Juan José Arreola. Digo cascarón porque en el acto inaugural durante la FIL no había libros a la venta y el salón sólo sirvió para el coctel. Hoy sigue vacía y se espera que empiece a funcionar pronto. Llevará el nombre de Carlos Fuentes.

Mes de la Lectura. No existe tal actividad que podría reunir a bibliotecarios, promotores, editores, fundaciones, universidades y entidades públicas y privadas de todos los niveles en pos del libro y la lectura.

Museo del Libro. En tablillas cuneiformes, de cera, en piedras, en quipus, pintada en vitelas, impresa en papel, codificada en bits y en otros variados soportes, el libro podría ser apreciado en todas sus dimensiones. La era de Gutemberg pasó de largo por este rincón del mundo y parece no interesarle a nadie.

Ley Estatal del Libro. Sin cambios lo escrito hace año y medio: no existe una ley que priorice la lectura como un derecho fundamental de los jaliscienses y, sobre todo, que dicte las normas para fomentar y garantizar la operación del delicado sistema editorial y evitar que quede al capricho de los funcionarios.

Comisión de Fomento al Libro y la Lectura. Dije en 2016 que no existía la comisión y que nunca había sesionado, pero estaba equivocado. Por lo menos se reúne desde 2013, aunque sus logros han sido poco visibles o mal comunicados: la mayor tarea hasta el momento ha sido la designación del galardón Granito de Arena, ¡vaya nombre!, el último a Alejandro Casarrubias.

@LibracoFP

JJ/I