Quinto Patio

Con kit de fotos incluido, en donde se aprecian los vehículos, el famoso banquito (utensilio de campaña) a bordo y a un costado uno de los guaruras del precandidato de Movimiento Ciudadano (MC) por la gubernatura, Enrique Alfaro Ramírez, el PRI Jalisco evidenció que las camionetas en las que viaja el abanderado naranja no tienen placas y por ese pequeñisísisisisimo detalle policías estatales los pararon para revisarlos camino a Jalostotitlán, la noche de este martes.

Además, el dirigente estatal tricolor, Héctor Pizano, recalcó que Alejandro Muñoz Ochoa, quien encabeza el equipo de seguridad del emecista, “es un ex policía de Guadalajara comisionado como su escolta, que en 2012 reprobó los exámenes de control de confianza”. Salen los primeros trapitos al sol.

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A este barullo electoral sobre la presunta intimidación de policías estatales a Alfaro y su convoy le entró también el dirigente nacional de MC, Dante Delgado, pues exigió que el gobierno federal intervenga “para poner un alto a este tipo de acciones” por considerar que son “un claro intento por incidir en el proceso electoral” desde el Ejecutivo estatal. Y al gobernador Aristóteles Sandoval Díaz le dirigió un tuitazo con tono perrucho. “Ya se lo había dicho: calme usted a sus perros”, escribió. (Escuchamos algunos ¡guau! lejanos).

La cosa es que luego de que el gobernador respondiera el martes por la noche que entendía que por estrategia ese sería el primero de muchos episodios de victimización de Alfaro y que los policías actuaron conforme a un protocolo, en redes sociales se escribió que por esa carretera circulan de noche delincuentes pesados y, a veces, patrullas; que la zona está caliente, pues. En realidad Alfaro conoció en carne propia los atorones para revisar que también padecen ciudadanos comunes con policías estatales… y municipales.

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Salvador Caro llegó al Congreso del Estado con la espada en alto. Cuestionó ayer la capacidad y la preparación del secretario general de Gobierno, Roberto López, para atender los temas de seguridad, porque no lo ha demostrado. Le pidió que aclare cuáles son sus recursos profesionales y académicos para garantizar su actitud y competencia técnica para velar por un proceso electoral, a la altura de las exigencias de los jaliscienses.

Obvio, buscan exhibir que carece de la capacidad para llevar las riendas y aunque ayer sólo pidieron una comparecencia en el corto plazo, de fondo quieren el cambio por lo ocurrido a Alfaro. Los naranjas consideran que fue un terrible descuido de forma y fondo, ya que las autoridades están informadas de las rutas de su campaña y de sus vehículos.

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La del estribo: tras desearle feliz año, Alfaro dejó los buenos deseos que momentos antes le había hecho al gobernador, quien se comunicó con el alcalde tapatío para ayudarlo tras la revisión a la que fue sometido el convoy en el que viajaba por los Altos.

De acuerdo con el mandatario, Alfaro se exacerbó y terminó por colgarle el teléfono. “No pueden jugar con la seguridad, me dijo y me colgó el teléfono”, reveló el gobernador. (Nos morimos de curiosidad: ¿también tendrá Alfaro una carpetota de los dichos en su contra de Sandoval Díaz?).

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Ayer un vecino chismeó que José Luis Orozco andaba en la precampaña de su candidato a gobernador, Miguel Castro (@micasrey) en horas de chamba. También que es alcalde de Zapotlán el Grande, cuando en realidad ya dejó esa posición y actualmente es el coordinador de los diputados federales por Jalisco del PRI. En lo que no se equivocó es que andaba en actividades de su partido mientras los mexicanos le pagamos su salario como legislador. ¡Ja!

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En el café de una librería se reunió @micasrey con el ex candidato a la alcaldía tapatía Ricardo Villanueva. ¿Cómo se titularía la foto? Van propuestas recogidas: ¿cómo conseguir una rectoría de la UdeG después de las elecciones?; ¿cómo le hago para que me pele el Aris?; ¿cómo llego a los tacos en donde eres clientazo, mi Richard? (Se valen propuestas).

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JJ/I