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‘Armillita IV’ triunfa en suelo arandense

BRILLA. El aguascalentense sale a hombros tras una espectacular actuación. (Fotos: Germán Fernández)

Triunfal tarde fue la que consiguió el diestro hidrocálido Fermín Espinosa ayer en el marco del cierre de la feria de Arandas 2018.

Con tres orejas es las espuerta, el torero de díanastia salió a hombros tras lidiar dos toros de la ganadería de San Marcos, a los cuales les cuajó sendas faenas para lograr así la entrega de la afición alteña, que abarrotó prácticamente la gradería de la plaza portátil en este municipio de Los Altos,.

Decidido y con derroche de valor, Fermín logró su primera oreja con el que abrió su presentación, un tiro que si bien no fue dechado de virtudes, permitió ligar tandas de mucho mérito y calidad al oriundo de Aguascalientes, que aprovechó los viajes del asado para arrancar los olés de una afición entregada por completo al más joven de los Armillita.

Muletazos de buena factura y un estoconazo en todo lo alto fue lo necesario para que Fermín se hiciese acreedor a la primera oreja de la tarde.

Ya con su segundo, el hidrocálido estuvo en el mismo tenor, al cuajar un toro de menos condiciones pero mejor presencia, en tandas y adornos con la muleta que al público cautivaron. Valiente y con esa conexión con la afición, el de Aguascalientes supo llevar la faena de principio a fin para concluir con un espadazo en su sitio y fulminante que acabó por merecerle las dos orejas y su puerta grande de este coso alteño.

Para el diestro poblano Jerónimo no hubo suerte con los dos de su lote, aunque sí sobresalió con el que abrió plaza, un toro que dejó estar al más veterano de la tarde para regalar tandas de sentimiento con la sarga que fuerte se le jalearon. Falló con el acero y ello le arrebató la posibilidad de una oreja, aunque la afición le premió con fuertes palmas.

Con su último enemigo, el poblano poco pudo hacer, pero dadas las malas condiciones del toro, Jerónimo estuvo en plan maestro arrancando los pocos muletazos que el burel ofreció. Falló de nueva cuenta con la espada y tuvo que irse ente palmas por su labor de entrega.

Para el centauro español Pablo Hermoso de Mendoza no pudo ser una tarde redonda, y perdió los trofeos con el primero de su cuenta, dados los repetidos fallos con el dejó de muerte. En su último destacó con lucidoras cabalgaduras, pero no le alcanzó para tocar pelo luego de repetir la mala pasada con el acero.

SATISFACTORIO

Así se cumplió y cerró un año más de toros en Arandas, ante una afición entregada y una corrida de presencia y traído

JJ/I