“Mi vida ha sido una lucha”

La historia de Matías Jesús Almeyda está matizada por episodios intensos en los que se mezclan infinidad de emociones.

En el viaje de sus 44 años hay momentos gloriosos, pero también hay carencias en la infancia, derrota, dolor, engaño, decepciones, drama y caídas; después la resurrección de un hombre de carácter indómito para levantarse victorioso ante la adversidad.

El argentino que hizo posible el despertar del gigante Chivas para ganar el doblete es un personaje complejo, que vive intensamente, que desea ganar siempre y sufre perder. Puede aceptar caer en buena lid, pero no se resigna ni se conforma, en su código y genética está el sentido de la victoria para dejar un legado.

Es Matías Almeyda en carne y hueso, desde la calma de la oficina del Club Guadalajara en Verde Valle, y ahí recuerda sus primeros días en su entrañable ciudad de Azul, Argentina, sus días de escuela, el mundial de Argentina 1978 bajo una dictadura militar, su llegada a River Plate, su pasión por la selección, y su sentimiento por Chivas en una charla en exclusiva para NTR.

“En Azul soy el hijo de la ciudad, uno más, yo me sigo hablando con el carnicero, el panadero, con el doctor que nos ha atendido toda la vida, veo a mi maestra del kínder. Es el lugar en el que puedo andar en bicicleta, digamos en el que el cariño y el saludo de la gente es bastante especial, es mi lugar. Me siento uno más, no me siento el Matías famoso, lo mejor que me puede pasar a mí es no sentirme no famoso. Amo el futbol, pero no la fama”.

NTR. ¿Qué significa tu familia?

Matías Almeyda (MA). Mi familia es mi sostén, es mi vida, es la que me provoca un montón de sensaciones espectaculares, mi familia me ha sacado de pozos difíciles en mi vida, y como ser humano he cometido muchas faltas de las cuales me he arrepentido. Mi familia es todo, es mi vida, y yo podría llegar a matar por mi familia. El daño a mi familia puede traer consecuencias a cualquiera, eso lo tengo muy claro.

NTR. ¿Por qué eres un tipo de tanta lucha?

MA. Porque mi vida ha sido una lucha, porque mi familia y yo venimos luchando desde muy abajo cuando por momentos no había un plato de comida en mi casa, entones es una lucha grande desde que arrancamos, pero que me ha servido para valorar, madurar y luchar por cada objetivo que pretendo y elijo.

NTR. ¿Cuál es tu primer recuerdo del futbol?

MA. Que corría detrás de una pelota con una sonrisa, me daba risa, mi papá y mi mamá me miraban y me preguntaban: ‘¿de qué te ríes?’ Corría solo con la pelota y me reía, y para mí siempre fue una felicidad, y en el momento que no lo fue más me fui porque sentía que no era feliz, que ya no me reía más, y sentía que no pertenecía más a ese ambiente.

NTR. ¿Te arrepientes de aquel retiro temporal?

MA. Por ahí me dejó una enseñanza grande porque yo pretendía que cambiaran todos y que todo fuera perfecto, y la perfección no existe, por eso a la gente hay que aceptarla tal cual es y no esperar. Yo esperaba demasiado de las personas, las cuales me trataban como una máquina de jugar futbol y se olvidaban que era un ser humano.

NTR. ¿Qué recuerdas del Mundial Argentina 1978?

MA. Tengo flashes, uno de ellos es que se juntaban todos en casa de mis papás, nosotros teníamos un televisor que se veía en blanco y negro, y venían mis abuelos, mis tíos, mis primos eran chicos, se juntaba toda la familia para ver a la selección. Mi abuelo era policía y tenía una bocina de policía, y recuerdo que en cada gol que anotaba Argentina tenía enchufada la bocina a la batería del auto y todo el barrio salía a festejar el gol. Después, recuerdo haber visto a Passarella levantar la copa del mundo, y el más nombrado en ese entonces era Mario Kempes… ¡Un toro!

NTR. ¿Cómo viviste la guerra de las Islas Malvinas?

MA. Lo de las Malvinas fue un desastre que se ha comentado muy poco. A las Malvinas llevaron chicos de 18 años como soldados de un sector nada más, se hizo diferencia hasta para llevar soldados. Tengo muy presente que en la escuela todos los días nos decían: ‘¡Argentina va ganando la guerra!’ Y todos festejábamos. Después me he puesto a pensar cómo nos hacían festejar por una guerra en la que iba muriendo gente, en realidad la información era errónea distrayendo a un país de lo que pasaba.

NTR. ¿Cómo sentiste la victoria sobre Inglaterra en el Mundial México 86?

MA. Era que por intermedio del deporte nuestra gente pudiera disfrutar de ganarle en algo a Inglaterra de aquel robo que se hizo con respecto a las Islas Malvinas, y que desde algún lugar la gente sentía que era una especie de revancha que se la estaba dando el futbol, que se la daba Maradona. En el partido que me tocó enfrentarlos en Francia 98 era un poco lo mismo, mezclando los sentimientos por la cantidad de jóvenes que habían muerto.

NTR. ¿Qué ha significado River Plate en tu vida?

MA. Es algo muy grande, tengo un amor muy especial de cuando llego a los 15 años a cumplir mi sueño, me abrió las puertas del futbol por las condiciones que tenía, por intermedio de River pude llegar a la selección mayor, a las selecciones juveniles, y viví los mejores momentos y los peores del club, pero obviamente coincide que está blanco y rojo igual que Chivas.

NTR. ¿Cómo viviste los minutos posteriores al descenso de River?

MA. Fue muy duro, triste, el partido lo vi detrás del arco, terminó el partido, nos metieron al vestidor y a los 5 minutos nos sacaron porque mucha gente quería entrar a destruir todo.

NTR. ¿Cuándo decides ser técnico?

MA. Estuvimos en la concentración que está en el estadio hasta las 3 o 4 de la madrugada, y los últimos que nos fuimos del hotel fuimos Passarella y yo, no dormí, y a las 8 de la mañana lo llamé y le dije que quería ser técnico, y me dijo: ‘¡Estás loco! ¿Sabes el año que te va a tocar?’ Y le dije: Considero que estoy listo, quiero estar, deme la posibilidad. Y como ningún entrenador quería, la gente me tenía un cariño especial. Arranqué como entrenador en el peor año en la historia del club y que seguramente nunca más volverá a caer ahí River.

NTR. ¿Si el éxito inmediato no se hubiera dado con River qué hubiera pasado?

MA. No hubiera dirigido más, porque ningún equipo me iba a tener en cuenta, me tendría que ir a algún club, no sé si de Nacional B, quizá más abajo, y seguramente que no iba a tener ganas ni fuerzas para seguir estando en el futbol. Ya tenía preparada mi vida con una academia de futbol.

NTR. ¿Quedó como asignatura pendiente ser campeón del mundo?

MA. Mi primer sueño fue quedar en River, después seguí soñando y era ser titular en las juveniles, y una vez que llegué a las reservas jugué seis partidos ahí y automáticamente me fui a la Primera; una vez ahí el sueño era jugar en la selección mayor. Esas eran mis ilusiones, y algo que le quedó pendiente a mi generación fue ser campeón del mundo. Quedó esa espina, pero sé que un día como entrenador lo voy a lograr.

NTR. ¿Cómo describes estar en una cancha?

MA.¡Uf! Era una fiesta en la cual me perfumaba, me ponía como hoy día la mejor ropa, trato de afeitarme, así lo vivo. Trabajo toda la semana para ir a esa fiesta, porque nosotros ya estamos de la línea para fuera, somos parte de una fiesta, pero los protagonistas de la fiesta son los jugadores.

NTR.  Ganes o pierdas vives intensamente el juego. ¿Por qué?

MA. Porque amo lo que hago, porque no me gusta perder ni cuando juego a las cartas con mis hijas, entreno para ganar. En la vida tenemos chances de ganar y considero que soy un afortunado de conseguir muchos títulos como jugador, y me he acostumbrado a ganar, y como entrenador es lo mismo, llevamos seis años y seis títulos entre los clubes de Argentina y acá en Chivas, y no me da lo mismo empatar ni perder, nos preparamos para ganar, queremos éxito, ser triunfadores, queremos quedar en la historia, y por eso no nos da lo mismo, lo sufrimos.

NTR. ¿Has pensado ya en retirarte como técnico?

MA. No, el día que sienta me voy, no soy de pensar las cosas demasiado. Me baso en un sentimiento, el día que mi corazón no sienta lo que estoy haciendo no estoy más.

NTR. ¿Qué te ha dejado México?

MA. México me está dejando algo muy especial, empiezo a salir en auto y me gustan las veredas que veo, las casas, me encanta su comida, me gusta mucho su cultura, pero creo que se deberían querer un poco más porque tienen todo para ser un gran país, tienen historia, futuro. El cariño de la gente siempre lo tendré, estaré eternamente agradecido, porque tomando en cuenta cómo llegué el cariño que me demuestran quedará por siempre en mi corazón como aquello que dije de River, de Azul, de Italia, hoy México y Chivas tienen un lugar en mi corazón por siempre.

NTR. ¿Sigues vibrando con el doblete de Chivas?

MA. Ya está registrado, está en la historia y nadie la borra, se podrán borrar papeles, pero hoy la tecnología nos permite que quien tenga ganas la pueda revivir, entonces es una satisfacción muy grande a nivel equipo de marcar un doblete compitiendo con mexicanos contra potencias económicas a nivel mundial. Yo sí le doy el valor que se merece, y a medida que pase el tiempo se lo daré más porque la liga se sigue llenando más de jugadores de afuera, y cada vez será más difícil lo que logramos nosotros.

NTR. ¿Aún sientes que no se le da el valor?

MA. Cuando arrancamos el torneo pasado desde el segundo partido se minimizaba, pero cada vez que hay un final de campeonato y que no se logra un doblete tiene más valor lo que hicimos nosotros con mexicanos, defendiendo un pueblo, defendiendo a un jugador mexicano que juega en otro club que también puede jugar, porque ganando nos llevaron a diez jugadores a la selección. Fue muy grande lo que hicimos.

NTR. ¿Cómo quieres que se recuerde a Matías Almeyda en 50 años?

MA. Yo sólo quiero que me recuerden mis hijas como papá, mis hermanas como hermano, mis amigos como amigo, mi mujer como el marido, mis papás como hijo, y en el futbol me recordarán lo que voy dejando como persona y profesional, nunca se sabrá, habrá quienes digan cosas buenas y otras no tan buenas. En líneas generales vienen diciendo cosas buenas de los lugares que me voy, es lo que me reconforta y me llena.

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“En Azul soy el hijo de la ciudad, uno más, yo me sigo hablando con el carnicero, el panadero, con el doctor que nos ha atendido toda la vida, veo a mi maestra del kínder. Amo el futbol, pero no la fama”

“Yo esperaba demasiado de las personas, las cuales me trataban como una máquina de jugar futbol y se olvidaban que era un ser humano”

“Algo que le quedó pendiente a mi generación fue ser campeón del mundo. Quedó esa espina, pero sé que un día como entrenador lo voy a lograr”

“No me da lo mismo empatar ni perder, nos preparamos para ganar, queremos éxito, ser triunfadores, queremos quedar en la historia, y por eso no nos da lo mismo, lo sufrimos”

EN CORTO

Menotti o Bilardo

“Un poco de los dos, los dos marcaron algo importante en Argentina. Me inclino más por el menotismo, por una cuestión de juego, de otro tipo de filosofía. Pero lo de Bilardo fue muy bueno, lo tuve como entrenador, es con otras características, pero ambos marcaron un antes y un después en el futbol argentino”

Marcelo Bielsa

“Uno de los mejores técnicos que tuve, sin dudarlo. He tenido grandísimos entrenadores, pero él cambia una metodología de trabajo que se cambia a nivel mundial, si bien los resultados no están a la vista porque en realidad ha ganado muy poco para lo bueno que es, pero sí ha marcado una etapa de un crecimiento en entrenadores y un entendimiento de lo que deben hacer los jugadores”

Maradona

“Conocí a la persona, y les puedo asegurar que esa persona es muy grande, porque es muy difícil llevar la vida que ha llevado Diego por toda la gente que se le ha acercado para elogiarlo y no decirle la verdad, él no fue dueño de sí mismo, esa fama lo hizo esclavo de su libertad. No es fácil vivir como vive, pero para mí siempre será el más grande de todos”

Julio César Chávez

“A mí me gusta mucho el boxeo, Chávez era ese boxeador que veíamos en Argentina. Con mi papá veíamos sus peleas que pasaban a las 12 de la noche y veía los combates contra el Macho Camacho, seguí toda esa carrera, el boxeo mexicano es de lo mejor del mundo. Hace poco vi al Canelo y le pedí una foto”

Clarita, su sobrina

“Cada vez que nombramos a Clarita, a cada integrante de nuestra familia, se nos ilumina la mirada y nos viene una sonrisa. Clarita es el mejor ejemplo de cómo hay que vivir, para demostrarles a muchos que los diferentes son ellos, ella vive en una perfección, en una sinceridad como muy pocos donde el amor es la base de su vida, el esfuerzo de ella dice: yo puedo. Con sus limitaciones saca todo adelante, es una demostración de que siempre se puede. Sus manitas te trasmiten el amor con tan solo una caricia, y es un ser muy especial en la vida de toda mi familia y amigos, ella es popular por el amor”

Amato y su cuerpo técnico

“El mundo futbolístico me ha dado muchos amigos, y de ellos disfruto mucho el día a día, festejamos mucho nuestros cumpleaños, y ya somos una familia. Hay muchos sentimientos unidos por una forma de ser muy parecida, el futbol nos unió”

JJ/I