Edificio Arroniz se llena de moda y tradición

El Edificio Arroniz anotó un momento histórico distinto a su ya de por sí larga vida. Desde el atardecer, la fachada de la construcción otrora llamada comúnmente quinceava (sic) zona militar se vistió con luces de color azul para anunciar el desfile de modas que puso fin a la edición 68 de Intermoda, la plataforma de negocios del sector considerada la más importante de Latinoamérica.

El diseñador convocado para la ocasión  fue Francisco Cancino, quien presentó su colección de primavera 2018 para una de sus tres marcas, la principal de sus creaciones: Yakampot.

Momentos antes de comenzar el desfile, Cancino compartió con la prensa: “Estoy fascinado con este lugar, definitivamente el acierto y logro más importante de estar aquí fue pedirle al comité organizador que me permitiera estar en un edificio histórico para poder presentar una colección de esta naturaleza, y tomamos juntos el riesgo. No conocía este lugar, estuvimos probando varios lugares y al final elegimos este, y estoy muy satisfecho”.

El chiapaneco es reconocido por su estilo que sintetiza y recrea el colorido, los textiles y los bordados de su lugar de origen, en donde trabaja incluso con cooperativas  de ciegas comunidades para apoyarlas.

Lo que trajo hasta el patio principal del Arroniz “Es una colección que está inspirada en los años 20 y en la obra de Carmen Mondragón, quien es una pintora y poetisa de la época”.

El diseñador confesó su amor por Guadalajara y una admiración, por lo que luego de presentar avances de sus diseños en el Ángel de la Independencia de la Ciudad de México, donde radica, el espacio del corazón de la ciudad fue un escenario natural.

“Amo esta ciudad desde la primera vez que la conocí, quedé prendado de ella y sobre todo de su arquitectura, y la petición era poder disfrutar de estos espacios y regalarle a la moda un escenario menos frívolo, que nos permita vivir la ciudad”.

La intervención del espacio

Antes de comenzar la pasarela, incluso minutos previos a que toda la gente convocada tomara sus asientos alrededor del patio, un grupo de intérpretes de ópera representaron fragmentos de La traviata, cuya participación resultó muy ad hoy y fue bien aplaudida.

El momento de conocer la obra de Cancino llegó hacia las 10 de la noche y una docena de modelos, caminando lento a ritmo de canciones como La bruja y La Sandunga mostraron el trabajo en fibras naturales, líneas amplias y bordados sutiles que emocionaron a la concurrencia, motivos que Cancino describió como una renterpretación mexicana del art deco francés.

Al final, luego de los aplausos, comenzó la fiesta amenizada por un saxofonista que interpretó temas de pop contemporáneo.

Maravillados

Muchos de los asistentes nunca habían entrado al Edificio Arroniz, actual sede de la Secretaría de Cultura de Jalisco, al que calificaron como hermoso y como una excelente oportunidad de conocerlo a través de un evento de moda

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